Protegido en un refugio de silencio, Gerard Piqué parecía irrompible. Pero este jueves, tras anunciar oficialmente su retirada, se ha demostrado que es humano. El central de la Bonanova ha vivido el peor año de su carrera deportiva, a lo que hay que sumar una serie de problemas personales y extradeportivos que le han colocado en el foco día sí y día también. Los medios se han cebado con él; los paparazzi le han perseguido hasta la saciedad. Y a sus 35 años, al ver que su rol en el Barça de Xavi Hernández es totalmente secundario, ha decidido colgar las botas.
Son varios los motivos que han trastocado la calma mental de Piqué en los últimos meses. Y no sólo eso, sino que también han empeorado la imagen que hasta ahora tenía el barcelonismo sobre su persona. A nivel deportivo, no está ya para competir al máximo nivel europeo. Su cantada rompiendo el fuera de juego del primer gol del Inter en el Camp Nou, hace unas semanas, fue clave para eliminar al Barça de la Champions League y se convirtió en carne de memes para que sus haters siguieran riéndose de él.
Filtraciones, la ruptura con Shakira...
A nivel profesional, le llovieron muchísimas críticas cuando El Confidencial filtró una serie de documentos y mails donde se demostraban las pretensiones económicas de Piqué con la anterior junta de Josep Maria Bartomeu, que fueron faraónicas y le llevaron a convertirse en el central mejor pagado del mundo. Ahora se marchará sin cobrar parte de lo que tenía pactado con el Barça, pero hace unos años --y hasta ahora-- las condiciones de su contrato eran sangrantes para las arcas del Camp Nou.
Mientras tanto, en el ámbito personal, todo se ha puesto patas arriba en la vida de Gerard. El futbolista ha empezado en este 2022 una nueva relación con Clara Chía, al tiempo que Shakira no deja de enviarle zascas mediáticos a través de sus canciones, recibiendo apoyo unánime de sus fans y fomentando así el malestar generalizado contra Piqué. Al de la Bonanova no le han ayudado tampoco las pilladas de fiesta por la zona alta de Barcelona, ni sus desconexiones durante entrenamientos y calentamientos con el FC Barcelona.
El escándalo de la Supercopa en Arabia
El colmo llegó con la polémica filtración de hace unos meses, cuando se revelaron los controvertidos audios entre el jugador del Barça y el presidente de la Federación, Luis Rubiales, en relación a sus negocios con el gobierno de Arabia Saudí para instaurar allí la Supercopa de España. Piqué no se llevó tajada de la RFEF, pero eso no impidió que su intermediación levantase críticas en toda España por lucrarse con una competición en la que él mismo participa.
La nueva Ley del Deporte, de hecho, ya contempla una cláusula para que no se repitan situaciones como la que él protagonizó. Y a algunos les ha llamado la atención que el jugador se retire pocos días después de haberse pactado dicha cláusula. La cuestión es que este año 2022 no ha sido el más feliz para Piqué. Alejado cada vez más de sus hijos --la mayor parte del tiempo en EEUU con Shakira--, de la élite futbolística y del cariño de parte de la afición culé. Piqué no puede más y ha decidido dar un paso al lado. Seguramente, la decisión más inteligente que podía tomar.