Todavía no se sabe a ciencia cierta qué acabará sucediendo con el futuro de Frenkie de Jong, pero una cosa está clara: ni el jugador ni su pareja, Mikky Kiemeney, quieren hacer las maletas de Catalunya. Los holandeses se han integrado a la perfección en tierras catalanas desde su llegada, hace ya tres años, y no desean cambiar de aires tan pronto.
Mikky Kiemeney echa leña al fuego
En las últimas horas, Mikky Kiemeney ha publicado en sus redes sociales un post y diversos stories que bien podrían entenderse como una indirecta muy directa. Frenkie y su novia han pasado unos días libres en el Congost de Mont-Rebei, donde han practicado algo de surf con una lancha motora y, de paso, han descubierto "una nueva joya en Catalunya", como se encarga de asegurar Mikky en la publicación.
En uno de los stories, además, enfoca a Frenkie de Jong dentro del coche y escribe debajo la frase "y mientras tanto, viviendo nuestra mejor vida". De esta forma, hace hincapié en lo tranquilos y felices que están ella y el futbolista en Barcelona, a pesar de las muchas informaciones que están apareciendo en los medios de comunicación.
Una calma tensa que puede ir a peor
No es ningún secreto que el ambiente se ha enrarecido en los últimos días. Existe una calma tensa en la que algunos aficionados se están posicionando. Si bien es cierto que muchos de ellos animan a Frenkie a seguir y le piden que no se vaya, a la salida de uno de los últimos entrenamientos en la Ciutat Esportiva se pudo escuchar cómo otros seguidores increpaban --y hasta insultaban-- al futbolista.
Traspaso o rebaja salarial
De Jong deberá tomar pronto una decisión, porque en estos momentos se encuentra en el limbo y el ambiente podría empeorar en cuestión de días. El Barça necesita que se rebaje el sueldo si quiere seguir en el club, para así disponer de un mayor margen salarial que le permita inscribir a todos los futbolistas y, de paso, dejar espacio a quienes están por llegar. Frenkie no quiere irse, pero tampoco desea rebajarse el salario.
Lo cierto es que no está obligado a ello, pero su gesto se está considerando en algunos sectores del barcelonismo como una señal de egoísmo. Y de que, en cierta manera, no siente los colores igual que otros futbolistas que sí están dispuestos a reducir sus emolumentos, como Busquets y Piqué.
Por ahora, la situación sigue en stand-by y las dos partes, Barça y Frenkie, siguen negociando. Lo más probable es que el neerlandés se quede en la plantilla y no salga traspasado, ni al Manchester United ni tampoco al Chelsea. Laporta, Mateu Alemany y los pesos pesados de la parcela deportiva, en cualquier caso, agotarán todas las opciones de que se rebaje el sueldo. Por poco que sea.