Ya hace varias semanas desde que Shakira y Gerard Piqué anunciaron el fin de su relación, pero prácticamente cada día siguen apareciendo nuevas informaciones sobre la antigua pareja. Si en las últimas horas informamos del viaje relámpago del catalán a Londres junto a sus hijos Milan y Sasha, a fin de que pudieran ver en acción a Rafa Nadal en Wimbledon, ahora se ha sabido que los amigos del futbolista se burlaban de la cantante colombiana con un curioso apodo en los últimos tiempos, cuando la separación empezaba a ser un secreto a voces entre sus más allegados.
Tal y como se ha mencionado en la prensa española del corazón, algunos colegas de Gerard Piqué hablaban de Shakira con el mote La Patrona, debido a la supuesta voluntad de la artista colombiana por tener un control absoluto sobre su marido. Según puede leerse en la citada información, la cantante no era muy amable con el círculo íntimo del padre de sus dos hijos, en parte porque no se sentía del todo a gusto junto a ellos.
Piqué y su afán de liberación
Esto habría influido en el hecho de que, poco a poco, Gerard Piqué se fuese distanciando de ella para salir de fiesta. En una de esas salidas nocturnas, el jugador del Barça conoció a la mujer que se convertiría en su amante: una camarera y modelo de 20 años. Hace unos días, unas cámaras captaron al defensor culé en una fiesta realizada en Estocolmo.
Ahí fue donde Katrin Zytomiersk, una influencer sueca que se encontraba en el lugar, contó todo lo que vio en el programa de Telecinco, Socialité. A través de la cuenta de Twitter del citado programa se mostró una imagen en la que se puede ver al futbolista encapuchado, en compañía de una chica rubia. “Piqué iba con un suéter negro, como todo el mundo, y estaba sentado en una grada junto a una mujer rubia”, explicó la influencer. También señaló que en la fiesta se encontraban otras celebridades como Alicia Keys, Naomi Campbell y Edward Norton.
La táctica para verse con su amante
El mismo programa, Socialité, ofreció días atrás algunos detalles del modus operandi que seguía Gerard Piqué para encontrarse con su amante y no ser descubierto ni por los paparazzi ni por Shakira. El lugar que habría escogido el futbolista era La Traviesa, un bar donde se frecuentaba con la joven de 20 años por la que decidió terminar su relación con la artista colombiana.
Para acudir al lugar utilizaba siempre un taxi, que lo dejaba en una puerta lateral situada en una calle de poca afluencia. Una vez en el interior del local, Piqué y la chica en cuestión se metían en un reservado con cortinas rojas donde aprovechaban para dar rienda suelta a su pasión. Cabe recordar que Shakira descubrió el supuesto engaño gracias al trabajo de detectives privados, a quienes habría contratado para seguir los movimientos del zaguero azulgrana. La Patrona, como la apodaban los amigos de Piqué, utilizó sus herramientas para conocer la verdad. Una realidad nada agradable.