Los cimientos del Chelsea están temblando, de forma indirecta, desde que Vladimir Putin decidió invadir Ucrania. Uno de los efectos colaterales ha sido la congelación de activos de Roman Abramovich en Inglaterra, lo que le ha obligado irremediablemente a poner el club en venta. La persecución al multimillonario ruso, que mantiene vínculos con Putin, ha provocado el anuncio de que se desvinculará del conjunto blue una vez haya encontrado a un comprador.
De entre los candidatos que han ido apareciendo en los medios de comunicación como posibles compradores, hay uno que destaca por encima del resto. Se trata del famoso y controvertido luchador de UFC, Connor McGregor, quien parece estar dispuesto a hacerse con la propiedad del club de Stamford Bridge a pesar de ser un seguidor del Manchester United. Se desconoce si realmente desea comprar la entidad, si es un farol o si incluso tiene los 3.000 millones de euros que se necesita para cubrir la deuda del Chelsea. Por ahora, lo que sí parece claro es que hay un interés embrionario.
¿Va en serio o de farol?
En las últimas horas, McGregor ha publicado en su cuenta de Twitter la imagen de una conversación de WhatsApp en la que se le explicaba que el club londinense estaba a la venta, y en la que el propio luchador de UFC expresaba su "deseo explorar la opción del Chelsea". A sus 33 años, el irlandés cobra entre 30 y 60 millones de euros por cada pelea en la que participa, dependiendo del pay-per-view.
Todo ello sin tener en cuenta los 100 kilos que se llevó por el combate contra Floyd Mayweather, o lo que se está llevando en concepto de publicidad y productos propios, como su marca de whisky Proper No 12, que en la actualidad es su mayor fuente de ingresos. A día de hoy, no se sabe si con todos sus activos sería capaz de llegar al precio de venta que solicita Abramovich, pero de momento no ha lanzado una oferta en firme.
Abramovich y Putin, viejos conocidos, en un fotomontaje / Culemanía
Incertidumbre en Stamford Bridge
Diversas fuentes señalan que a McGregor se le calcula una fortuna de 135 millones de euros. El irlandés ya mostró en más de una ocasión su interés por comprar el Manchester United, aunque sus intenciones no pasaron finalmente de las palabras. El pasado sábado, Abramovich cedió “a los fideicomisarios de la Fundación benéfica del Chelsea la administración y el cuidado” del club, y decidió dar un paso al lado. A día de hoy, el multimillonario suizo Hansjörg Wyss aparece como el favorito en esta carrera para convertirse en el nuevo propietario.
“Abramovich es uno de los asesores y amigos más cercanos de Putin. Como todos los demás oligarcas, también está en pánico. Abramovich está tratando de vender todas sus villas en Inglaterra. También quiere deshacerse del Chelsea rápidamente. Otras tres personas y yo recibimos una oferta el martes para comprar Chelsea”, confesó Wyss a Blick. Habrá que ver qué acaba sucediendo con el club británico en el futuro, pero por ahora este grado de inestabilidad beneficia al Barça, que mantiene diversos objetivos en el equipo blue.