Nuevo episodio oscuro en el mundo de fútbol. Jerôme Boateng, nuevo defensa del Lyon francés, condenado por el tribunal de Múnich a una multa de 1,8 millones de euros por violencia contra su ex pareja y madre de sus dos hijos.
Después de una jornada de audiencia, los magistrados declararon a Boateng culpable por haber propinado golpes y haberle causado lesiones a su ex pareja. Se le castigó con una multa correspondiente a treinta veces la cantidad de 30.000 euros.
Estos hechos tuvieron lugar durante unas vacaciones en el Caribe el verano de 2018 cuando todavía mantenía una relación con su ex pareja. El futbolista, ex del Bayern de Múnich, de tan solo 33 años, se exponía a una pena máxima de cinco años de prisión.
El jugador se personó en la audiencia el jueves a las 10 de la mañana acompañado por su abogado Kai Walden. Anne Leiding, portavoz del fiscal de Múnich, tomó la palabra para leer los hechos contenidos en el acta de acusación. "M. Boateng primero lanzó (a la víctima) una linterna, la insultó y le lanzó una nevera portátil que la golpeó en la parte superior derecha de su cuerpo, hiriéndola", señaló. "A continuación se alejó y luego volvió contra ella, la insultó de nuevo, la golpeó y la tiró del brazo", añadió la portavoz, precisando que estos elementos forman parte únicamente de la acusación y que había que "esclarecer lo que pasó, saber si todo esto se corresponde con la realidad o no”.
Boateng declaró durante dos horas defendiéndose de los hechos. Según su versión, fue su entonces pareja quién se mostró agresiva y le dañó el labio de un golpe. "No estuve violento, no la ataqué", dijo. La presunta víctima mantuvo su versión: "Me metió el pulgar en el ojo, me mordió la cabeza y me tiró al suelo por los pelos".
Este episodio enturbió su fichaje por el PSG aquel verano. Ahora mismo, ambos están en disputa judicial para obtener la custodia de sus dos gemelas de 10 años, que viven con él.