Historia curiosa. La vida da muchas vueltas y nunca sabes donde puede acabar. Un ejemplo de ello sería Damián Olivera Bergallo, un hombre desconocido hasta que os contemos cómo cambió su vida de la noche a la mañana y por quién. Este argentino renunció a su trabajo para aventurarse como inmigrante en Estados Unidos. Allí empezó a trabajar como lavaplatos para darle una mejor vida a su familia. Un día empezó a coleccionar cromos de Leo Messi, y ahora mismo gana cientos de miles de dólares.
Cuando llegó a Estados Unidos adquirió un coche por 200 dólares para poder dormir y así evitar estar en la calle pasando frío. Pasó hambre y muchas carencias, como la mayoría de latinos que llegan al continente americano buscando una vida mejor.
"Tenía 200 dólares y acudí a un centro de donaciones para buscar ropa, pero entre todas las cosas encontré cajas con cromos de futbol y ahí estaban los de Messi. Ya en aquel entonces (2014, año en que llegó al país) veía que el soccer tenía futuro y pensé que me redituaría en algo en un futuro. Todos buscan cromos de NBA, NFL y MLB, pero el auge del futbol ahí estaba, así es que busqué estampas de las figuras como Messi, Cristiano, Maradona", afirmó para el Diario La Nación.
Este joven argentino es el coleccionista número uno de cromos de Lionel Messi, según el ranking oficial de la certificadora Professional Sports Authenticator (PSA). En su oficina en Michigan cuenta con unas mil 200 figuritas de la Pulga de los años 2004 al 2021; entre todo eso hay unas 300 tarjetas autografiadas, seis pares de botines, 20 cintas de capitán y hasta un cuadro gigante, también con la firma del crack de Barcelona. Obviamente tiene admiración por Messi, de quien dice "comparten una historia similar" porque ambos salieron de Argentina buscando una mejor vida dejando atrás familia, amigos y ciertas comodidades.
"Si hablamos de figuritas certificadas y en perfecto estado, las de menor precio de Messi está en 100 dólares, que son las del período de entre 2016 y 2020. Y una de las primeras de él, en calidad 10, cuesta 250 mil dólares, aproximadamente", cuantifica Olivera.
"Han crecido el valor y la venta de jugadores históricos que por ahí antes no vendían, como Andrea Pirlo. Ahora mi prioridad es vender de esos jugadores para no tener que desprenderme de mi colección de Messi. Cada tanto subasto alguna que otra, porque es mi negocio y debo mantenerlo".