La borrasca Filomena no ha hecho más que confirmar la posible ruptura entre Iker Casillas y Sara Carbonero. Desde el pasado verano, cuando ambos decidieron regresar a Madrid, los rumores no cesan. Según fuentes cercanas hacen vidas por separado. El futbolista colgó las botas tras sufrir un ictus. Así que, aunque en Oporto encontraron toda la calma que necesitaban, ya no les unía nada a la ciudad portuguesa. La toledana tiene varios compromisos profesionales en la capital madrileña y deseaba volver, entre ellos su regreso a la radio y su proyecto con Isabel Jiménez.
Aunque se dejó bien claro que durante el temporal de nieve se mantuvieran todos los ciudadanos en casa, pocos lo hicieron, y menos aquellos jóvenes y familias con niños pequeños. Ver un espesor de nieve de más de 50 centímetros en plena capital era algo que no sucedía desde hace décadas. Por este motivo, a pesar de los peligros, todos salieron a la calle para disfrutar e inmortalizar el momento.
Sara Carbonero se fotografió ella misma junto a sus hijos en el jardín de su casa, en la Finca. Vivienda que comparte con Iker Casillas, sin embargo éste no estaba en la fotografía, ni tan siquiera sostenía la cámara. El exfutbolista publicó una imagen en la sierra, completamente solo. También disfrutó de esta bonita estampa.
Desde hace meses no comparten ningún momento en redes sociales. Tampoco se dedican bonitas palabras. Evitan entrevistas y parece que tampoco viven en la misma casa. Después de varias semanas buscando, Iker Casillas se ha comprado una nueva vivienda. Se trata de un inmueble en la céntrica y exclusiva calle Pintor Rosales, justo en frente del Templo de Debod. Allí viven rostros tan conocidos como Paloma Cuevas o Pedro Almodóvar, entre otros. Consta de 300 metros cuadrados y le ha costado la friolera cifra de 3 millones de euros.
Se conoce que lo adquirió el pasado mes de abril. Sin embargo, ha sido ahora cuando se ha podido acabar la reforma. Según consta en las escrituras, este piso lo ha comprado él solo.
El programa 'Viva la vida' investiga sobre esta posible ruptura. Mientras las pistas dejan claro que algo sucede entre ambos, las personas de su entorno se encargan de desmentir que se hayan separado. No obstante, si confirman que ha habido una crisis entre ellos, pero es agua pasada. “Están hasta el moño de que se publiquen tantas chorradas. Lo que dicen en la tele es mentira. Viven su vida muy tranquilos, y a los demás que les den por saco, porque a ellos esas noticias les resbalan”, asegura una persona muy próxima al matrimonio.