Cristina Pedroche se arrastra por las piedras, con la falda subida (y se le ve todo)

Cristina Pedroche ha regresado a Zapeando tras su escapada de fin de semana con David Muñoz a Guetaria. La colaboradora está radiante y muy feliz. Mucho más emocionada se ha quedado cuando ha vuelto a ver a un compañero del colegio. Santi Alverú volvió al plató de Zapeando con una sorpresa para los colaboradores. Y es que el Defensor del Espectador se ha puesto en contacto con sus antiguos profesores y compañeros para conocer cómo eran en el colegio Dani Mateo, Anna Simon, Cristina Pedroche, Valeria Ros y Lorena Castell.

En el caso de Cristina Pedroche contactaron con Pedro, un compañero de pupitre de la colaboradora en el colegio Liceo Cónsul, de Madrid. Éste ha recordado como era la vallecana. "Era todo corazón, no dudaba en ayudarte cuando te hacía falta algo, debo de agradecerle un par de aprobados". Cristina se emocionaba al escucharle y casi se le salta alguna lágrima. 

Además, Pedro destacaba que Pedroche siempre "tuvo claro lo que quería y los pasos que quería seguir": "Era una empollona y muy buena persona". Por último, el compañero de Pedroche la llama con un mote que hace mucho que la zapeadora no escuchaba. "Está claro que es de mi barrio, porque eso hace mucho que no me lo llaman", destaca Pedroche.

Cristina Pedroche ha conseguido todas sus metas y es una triunfadora. Todo lo que toca se convierte en éxito. Desde hace años se encuentra en Zapeando, en la Sexta, pero ha hecho otras colaboraciones con el grupo y ha ejercicido de presentadora para varios programas, así como sus Campanadas. 

Lo que encanta de Cristina Pedroche es verla bailar antes de entrar a trabajar, cargada de energía. La colaboradora arrasó esta semana haciéndole un homenaje a su grupo favorito y amigos, Camela. Nos encanta Cristina Pedroche, sus vestidos y el morro que le echa a la vida. 

"Los martes ya me voy arrastrando. ¡Vamossssss, que queda mucha semana!", escribe en su última publicación donde aparece tirada en el suelo. Un vestido muy veraniego con una inmensa cola que le hace parecer un pavo real. Y deja al descubierto sus duros glúteos.