Shakira está enamorada de España. Quién le iba a decir cuando actuó en el Rock in Rio Madrid 2010 que iba a conocer al amor de su vida, que encima no es madrileño sino catalán. Tras el multitudinario concierto en España, la colombiana se fue a un bar de copas de moda en la capital. Allí se encontraba curiosamente Gerard Piqué y Cesc Fàbregas, amigos inseparables y compañeros de la selección española en aquel momento. Ambos estaban en Madrid con los entrenamientos en Valdebebas para el Mundial de Sudáfrica. Al verla entrar por la puerta no dudaron en saludarla.
Shakira se quedó encantado con el catalán. Quién les iba a decir además que se volverían a ver en Sudáfrica. Precisamente esa fue la excusa perfecta para el futbolista. Le pidió el teléfono a la colombiana para poderle preguntar que tiempo hacía allí. Ella viajaba al día siguiente, mientras que los jugadores todavía se quedaban unos días en Madrid. Después se volvieron a encontrar en la grabación del videoclip de Waka Waka, el himno de aquel año y ya no se separaron nunca más.
Al principio de la relación se escondieron ante los medios, pero ya se rumoreaba sobre la posibilidad de que Shakira estaba viviendo en Barcelona y lo estaba haciendo en la casa del futbolista. Efectivamente, no tardaron en confirmar la noticia.
Pocos años después nació el primer hijo de la pareja y un par de años después el segundo. Milan y Sasha.
Shakira ya se siente catalana, española, pero siempre colombiana. Nunca olvida sus orígenes. Habrá que preguntarle si le gusta el flamenco porque nos ha sorprendido con este vestido muy nuestro. Menudo estilazo. Los colores vivos le sientan de maravilla.
Aunque está muy agradecida a España, Shakira tiene especial cariño a Colombia y en un futuro, cuando Piqué deje de jugar, le gustaría trasladarse a vivir a Miami.