Martin Braithwaite jamás olvidará el año 2020. Ha sido un año diferente para todo el mundo, pero para el delantero danés un poco más. Hace tan solo cinco meses jugaba en el Leganés, un equipo que sigue luchando por salvar la categoría. Era el líder del equipo pepinero, la gran esperanza para lograr la permanencia.
Martin Braithwaite en su presentación como jugador del Barça / FCB
Y de repente, apareció el FC Barcelona. Las lesiones de Luis Suárez y Ousmane Dembelé obligaron al club azulgrana a buscar un nuevo delantero. Tras explorar opciones en los diferentes clubes de la Liga, la dirección deportiva decidió que Braithwaite era la mejor opción para suplir al delantero uruguayo y al extremo francés. Un fichaje sorprendente incluso para el entorno cercano del ariete.
Polémica con su esposa
Y es que su llegada al Camp Nou se llevó con el máximo sigilo, y Braithwaite no quiso ilusionar a sus más allegados hasta que el fichaje estuviese cerrado. Lo que llevó al delantero a esconder hasta a su mismísima esposa la opción de trasladarse a Barcelona, tal y como reconoció en una entrevista a Daily Mail.
Lo que llevó a una anédcota graciosa, vista con perspectiva, pero que seguramente no provocó ninguna carcajada al danés en su momento. En un brote de sinceridad, el fichaje azulgrana reconoció que, mientras se estaba fraguando la operación, no soltó prenda en casa. Lo que provocó la desconfianza de su mujer. "Ella empezó a sospechar algo porque siempre salía de casa, con el frío que estaba haciendo en Madrid, para hablar por teléfono. En un momento, incluso, me llegó a preguntar si es que tenía una amante", explicó Braithwaite.
Braithwaite, junto a su mujer en su presentación con el Barça | FCB
Su intención, tal y como aseguró, es que su mujer fuera la primera en enterarse de la gran noticia. No obstante, el danés finalmente fracasó en su cometido, ya que nada más cerrarse el acuerdo, la noticia fue filtrada por el Barcelona y la mujer de Martin se enteró antes por la prensa, que por su marido. Por tanto, cuando estuvo a punto de comunicárselo, la respuesta de su esposa, de nacionalidad francesa, fue rotunda. "Ya se lo que vas a decirme..."