Todas las celebraciones están siendo canceladas. No solo por estar en estado de alarma, sino porque no se pueden permitir aglomeraciones y no se podrá volver a esa normalidad hasta el año que viene. Tal vez algunas de las fiestas patronales tan características podrían celebrarse tras el verano, pero por el momento no hay nada confirmado. Ya han dicho adiós fiestas tan emblemáticas como la Feria de Abril, la tomatina de Buñol, los Sanfermines o Sant Jordi.
Tal día como hoy estarían todas las calles repletas de floristeros improvisados vendiendo millones de rosas rojas, otros apostarían por distintos colores, y libreros. Saldrían con sus estantes a las calles y muchos escritores vendrían a firmar sus nuevas novelas. Los lectores se acercarían en busca de su autor o autora favoritos para agradecerle sus palabras y recibir su dedicatoria. Una novela repleta de aventuras con el olor tan característico de la hoja recién estrenada.
Este año Sant Jordi se vive de otra manera. A través de internet. Son muchas personas las que han adquirido su libro y su rosa mediante conocidas páginas. Los repartidores han trabajado de forma incansable para que todos los libros llegasen a tiempo. Antonella Roccuzzo es una aficionada a la lectura. Muchas veces se sumerge en bellas y apasionadas historias. En este día ha publicado una imagen de un Sant Jordi diferente. Dispuesto a matar al dragón y a liberar a la princesa, pero esta vez con una mascarilla.
La única fiesta que dio tiempo a celebrar fue carnaval. El pasado mes de febrero. Todos los niños y niñas y los no tanto se disfrazaron de su héroes favoritos por un día. A Antonella Roccuzzo le encanta disfrazarse con sus hijos. Todavía sus seguidores recuerdan sus carnavales más traviesos