A Antonella Roccuzzo el confinamiento le ha servido para hacer un alto en el camino. Sus compromisos profesionales han quedado cancelados, como también los de su marido. Ahora tiene tiempo para dedicárselo a sus hijos y a sus aficiones, como también a cuidarse. Les ayuda a hacer los deberes, adelanta trabajo con el ordenador hasta que todo vuelva a la normalidad y desconecta en el gimnasio con sus sesiones de boxeo para liberar la mente.
La argentina está deseosa por regresar a la normalidad, a pesar de tener todas las comodidas del mndo en su casa. Roccuzzo echa de menos a sus familiares. Un océano de por medio les separa. Y ahora cuenta con la incertidumbre de no saber si podrá estar con ellos este verano.
De momento todo son hipótesis, pero los expertos preveén que este verano sea diferente al resto y se fomente el turismo nacional. Es evidente que muchos países cerrarán fronteras para no expander la enfermedad nuevamente. Por tanto es muy probable que estas vacaciones los jugadores las pasen principalmente en sus casas y en lugares más comunes y no tan paradisiacos.
Así que este año ver alguna fotografía de Antonella Roccuzzo en bikini es muy poco probable. Sus seguidores están deseosos de ver su espléndida figura de nuevo. Aún circulan muchas fotografías por cuentas de fans de la artista que se viralizan todos los días. Algunas totalmente desconocidas para el gran público.
Antonella ha sido niña y adolescente, como se puede ver en esta fotografía de esa época. La argentina nadó con delfines y pudo tocarlos. Uno de sus mayores sueños. Como se puede ver en la imagen mantiene su inocencia, su cara angelical y las mismas facciones.