Cristina Pedroche lo está pasando realmente mal. Tal y como compartió ella en sus redes sociales está viviendo una auténtica pesadilla. No solo se ha quedado temporalmente sin trabajo debido a la cancelación de Zapeando mientras dure la cuarentena, sino que además ha vivido dos malas noticias.
El agobio, estrés y aburrimiento empieza a afectar a su mente a pesar de sus sesiones de yoga para encontrar la paz interior. Cristina Pedroche ha sufrido un gran desgaste estos días. Al inicio del estado de alarma, la colaboradora se ocupó de cuidar a su marido, su otra mitad. Algo sucedía cuando ambos publicaron una fotografía cogidos de la mano donde escribían «juntos hasta el final». Correcto. David Muñoz padecía coronavirus, aunque los síntomas eran débiles, pero tuvo que mantenerse durante dos semanas aislado. Pedroche iba a comprar, hacía la comida y las tareas del corazón, además de vivir con el corazón en un puño.
Lo peor pasó la semana pasada. Cristina Pedroche perdió a la persona más importante de su vida, un pilar básico. Su abuela. La octogenaria perdía la vida en una situación complicada para el país. La colaboradora lamentaba no poder despedirse de su abuela. Ni un abrazo, ni un beso, ni un adiós, ni poder velarla como se merecía. La tertuliana estuvo todo el fin de semana llorando, David Muñoz fue su gran consuelo y apoyo.
Cristina Pedroche intenta reponerse tras el fallecimiento de su abuela. En sus redes sociales, donde ha recuperado la normalidad, lanza emotivos mensajes con mucho optimismo. En sus fotografías ni una sola sonrisa. “Ningún mar en calma hizo experto al marinero", escribe junto a una fotografía tumbada en el suelo frente al espejo con ropa deportiva.
A pesar de que le cuesta levantar el ánimo, Cristina Pedroche ha recuperado la plena actividad en sus redes sociales. La colaboradora publica algunas fotografías de su última sesión antes del confinamiento y comparte sus sesiones de yoga, con la que puede despejar su mente en estos momentos tan difíciles.