Durante la cuarentena los seguidores de las personalidades más importantes del país están descubriendo las anécdotas más curiosas. Para entretenerse ellos y a todos sus fans, cantantes, actores o futbolistas, entre otras disciplinas, regalan directos de Instagram casi a diario. La oferta es muy amplia y sorprendente.
Los Sidonie no han podido hacer un directo al completo porque se encuentran en diferentes hogares. Por ejemplo, Marc Ros, se encuentra confinado solo en casa. Un tiempo para pensar y para dar por concluida su primera novela, El regreso de Abba. El artista no tiene tiempo para aburrirse, según él "solo se aburren los aburridos".
El músico lleva días sin dormir porque ha estado ultimando los detalles de su novela, que le ha costado mucho escribir, y su último trabajo discográfico. Le daba miedo escribir porque nunca lo había hecho más allá de sus letras y se sentía como un intruso en un mundo en el que no encontraba su hueco.
Marc Ros cuenta en su novela algunas anécdotas, entre ellas la de sus verano en Cádaques, donde se ambienta la novela. Precisamente fue allí donde sus padres conocieron a Dalí. Salía de su casa de Portlligat y le tiró los trastos a su madre. Pero no es la única anécdota.
Ha revelado que le cae muy bien Piqué, aunque al principio no le entendía, tal vez por pura envidia, cuenta. Y a Messi, de quién es fan, estuvo a punto de atropellarle. Nos hubiesemos quedado sin el mejor jugador del mundo por culpa de grupo indie.
"Volvíamos de tocar con Sidonie en Madrid, girábamos calle Marina para dejar los trastos en la calle Pallars. Y justo en la rotonda de la calle Marina, alguien grito: ¡Hostia, para, para! Que matarás a este tío. Y Axel dijo: hostia puta, es Messi. ¡Hemos estados a punto de matar a Messi! Sidonie estuvo a punto de matar a Messi y nos habríamos perdido algunos de los capítulos más maravillosos de la historia del Barça", cuenta avergonzado Marc Ros.