Leo Messi y Antonella Roccuzzo viven su tercer semana de confinamiento. El astro argentino y la empresaria han visto como su agenda de compromisos profesionales se paralizaba. En el caso del futbolista todavía no sabe cuando retomará los entrenamientos con el resto de la plantilla y volverá a disputar los partidos de Liga, Champions y Copa del Rey. Todo dependerá de la evolución del virus en España, pero desde luego aunque se levante el estado de alarma no se hará de forma brusca. Los teatros, cines, conciertos, fiestas y partidos de fútbol serán los últimos en volver a la actividad ya que es donde se concentra un mayor número de personas.
Por este motivo Leo Messi, como el resto de jugadores, se pasa la mayoría del día entrenándose. Es importante mantenerse en forma para cuando pueda saltar al terreno de juego de nuevo. El futbolista cuenta con un amplio gimnasio equipado con toda la maquinaria imprescindible para llevar a cabo sus duros entrenamientos de élite. Además cuenta con un campo de fútbol en el exterior, tanto de arena como de césped.
Tanto Leo Messi como Antonella Roccuzzo tienen muy difícil entrenar en casa, básicamente porque sus pequeños también están en casa, tienen sus deberes y sus ganas de juego. Ambos padres se turnan para poder llevar a cabo sus ejercicios. A Messi se le coló el pequeño de la casa en el gimnasio.
Ciro también quiere ser como papá y ya se interesa por el balón. Para ello Messi le demuestra que hay que hacer mucho sacrificio y debe mantenerse en forma. Leo Messi enseña a su hijo a hacer abdominales. Imitándose a su padre, mientras éste no puede contener la risa ve como Ciro, de tan solo dos años, levanta las caderas. Después ambos chocan la mano demostrando la importancia de un trabajo en equipo.