Los medios de comunicación todavía hablan del enfrentamiento de Leo Messi con la cúpula directiva del Barça. En los últimos entrenamientos el argentino ha intentado aparentar normalidad con sus compañeros, con quién tiene muy buena relación y son la única baza para no irse del club, sin embargo, en los partidos se nota que algo falla. Messi tiene la cabeza en otra parte. El joven ha puesto en jaque al FC Barcelona. O elecciones o se va.
Son muchos los equipos internacionales que apuestan por el delantero y es que quién no querría tener al mejor jugador del mundo en sus filas. El Inter o la Juventus son las dos opciones más claras. Sin embargo, Messi desearía quedarse en el Barça los últimos años de juego profesional que le quedan. Donde empezó todo. La decisión final se sabría este mes de mayo. Podría irse gratis, esperar un año más o quedarse en el Barça hasta que su cuerpo diga basta.
Antonella Roccuzzo ha sido su gran apoyo en todo momento, pero en este tema prefiere no opinar. Si por algo se ha caracterizado la argentina es por su discreción y especialmente por mantenerse siempre en un perfil bajo. La empresaria, quién ha mejorado notablemente sus publicaciones en Instagram, muestra el lado más familiar, tanto del argentino como de ella.
Antonella y Leo aman con locura a sus tres hijos y les encanta verlos crecer. Prueba de ellos son las fotografías con las que todos nos derretimos. La última es en el salón de la casa con el rostro de los dos pequeños, Mateo, el más trasto de todos, y Ciro, quién sigue sus pasos. En la imagen se ven los brazos de Messi agarrando con fuerza a sus dos hijos.
Lo peculiar de esta imagen es que ambos son como dos gotas de agua. Pocas son las diferencias entre Mateo y Ciro. "Kiko y Keko", les llama Antonella. "Que estarán tramando", escribe su amiga Elena Galera.