Cristina Pedroche volvió a ser la reina indiscutible de los últimos minutos del año. La colaboradora de Zapeando dio las campanadas por sexto año consecutivo y anotó un nuevo récord histórico con un increíble 28,7% de cuota de pantalla, a tan solo una décima de la cadena pública, quién pierde más de cinco puntos. Parece que si la vallecana estuviese un año más Antena 3 conseguiría liderar con comodidad. Sin embargo Pedroche no lo tiene muy claro. La presentadora asegura que con estas campanadas ha llegado a la cima y prefiere retirarse por la puerta grande que por la puerta de atrás.
Este año Pedroche ha optado por un diseño de Jacinto de Manuel inspirado en la mitología romana. El dorado hace referencia a la manzana dorada de la discordia de la diosa Romana y Jacinto de Manuel ha tomado el camino de Gea inspirado también por el Kintsugi, el arte ancestral japonés de arreglar objetos dañados con oro: “Se basa en ver lo bello en lo imperfecto, y al dotar a esa imperfección del influjo del oro no sólo se arregla el objeto, sino que se consigue ir un paso más allá creando algo nuevo, más poderoso", ha reconocido el artista.
Con su armadura dorada, la presentadora admitió sentirse una auténtica diosa. “Con esta escultura siento que me puedo comer el mundo, que soy invencible e imparable. Me siento más poderosa que nunca y muy orgullosa de todo mi equipo que me han ayudado para brillar así y que han hecho posible que este sueño se haya hecho realidad”, ha reconocido.
Como todos los años Cristina Pedroche estuvo acompañada en este día tan especial por sus padres y su marido, David Muñoz. El chef se fotografió con ella tras el fin de las campanadas. Muñoz la besó y tocó el molde de su armadura dorada. Las redes sociales les criticaron, no solo por el vestido, sino por su forma de calentar Instagram y provocar. Cristina Pedroche ya ha dejado claro que a ella eso le encanta y parece que a su marido también.
La pareja posó junto a la Puerta del Sol con una Pedroche pletórica y un David Muñoz con las manos en el trasero y en la delantera. "Esas manos van al pan", le escribieron. "Vaya foto más vulgar, en vuestra línea", le comentan.
No es la primera vez que la pareja desata la polémica por mostrar su amor a su manera en redes sociales. La última vez en unas de sus vacaciones donde Muñoz le tocaba los pechos a Pedroche mientras ella se mostraba encantadísima. "He encontrado el perfecto push-up", escribía con ironía Pedroche que sabía la ira que iba a desatar con la publicación.