Pilar Rubio y Sergio Ramos cerraron uno de los mejores años de su vida. La pareja se casó el pasado 15 de junio en una de las bodas más alucinantes de toda la historia. Se convirtieron en marido y mujer tras seis años de relación y tres hijos en común. Un broche de oro. Algunas veces chocan, especialmente si se habla de gustos musicales, pero siempre llegan a entenderse y perdonarse.
Después de pasar la primera parte de las vacaciones navideñas en Sevilla, en la finca de Sergio Ramos donde se celebró la boda y guarda sus caballos, la familia al completo se trasladó a Madrid para despedir el año. Como invitados estuvieron varios amigos, entre ellos por supuesto no podía faltar Pablo Motos y su mujer. El presentador de El Hormiguero es íntimo amigo del futbolista y jefe de Pilar Rubio.
Como siempre en casa de los Ramos Rubio no puede ser algo normal y la última noche del año tampoco lo fue. Se vivió por todo lo alto. No solo se tiraron fuegos artificiales en la Puerta del Sol o en las principales ciudades españolas, también en casa del futbolista y la colaboradora. Se montaron como siempre su propio espectáculo.
Ambos quisieron compartir este bonito momento con sus seguidores en las redes sociales que algunos tildaron de hortera una vez más, como su boda. Según algunos usuarios creen que ostentan demasiado de su dinero. Pero aún hay más sus atuendos elegidos para los últimos días del año tampoco estuvieron exentos de críticas.
Ni gustó su traje negro con bordados plateados dibujando un dragón, muy de su estilo, ni tampoco el increíble vestido rojo con ondulaciones que lució en su último posado para Hola.