Todos llevabamos muy mal un lunes. Es el día más temido de la semana sin lugar a dudas. Después de un fin de semana de descanso, en el mejor de los casos, cuesta mucho volver a arrancar y más sabiendo que te quedan todavía cinco días para volver a tomarte un respiro. Dios podría haber descansado muchos más días y no solo el domingo. Si creíamos que la resaca del primer día de la semana era solo cosa de obreros nos equivocábamos.
Rostros tan importantes como Shakira, Pilar Rubio o Sara Sálamo también sufren las consecuencias. A pesar de tener mucho dinero en sus cuentas bancarias, por su profesión y las de sus respectivas parejas, y vivir entre algodones gracias al servicio doméstico, que les permite en casa hacer la ley del mínimo esfuerzo, la cantante, la presentadora y la actriz también tienen ojeras.
Ellas son un claro ejemplo de las mujeres del siglo XXI. Sus maridos están forrados, en ocasiones no saben ni que hacer con tanto dinero, pero ellas no quieren sentirse mujeres objeto. Eso terminó. Ahora la mujer no depende del marido. Shakira es una cantante de éxito a nivel internacional con una gran carrera a sus espaldas, Pilar Rubio ha conseguido mantenerse en la televisión durante casi dos décadas y Sara Sálamo sigue acumulando películas y series en su filmografía.
Todas ellas se mueven a caballo por toda España y por el resto del mundo. Sus agendas están repletas de compromisos profesionales. En ocasiones ni duermen y otras trabajan las 24 horas del día, llueve, haga frío, calor, nieve. Da igual.
En muchas ocasiones ellas también tienen que despertarse muy temprano por la mañana. Especialmente porque ya tienen hijos que van al colegio y alguien les tiene que despertar y llevarlos. No solo por sus carreras profesionales.
Las tres han mostrado este lunes su cara de recién levantadas. Y parece que las tres tenían mucha prisa porque no han acabado de arreglarse el pelo, todas ellas salen con el cabello de loca. Aunque hay que decir que a Shakira este estilo cardado no le sienta nada mal.
En cambio, Pilar Rubio y Sara Sálamo lo llevan mucho más grasiento, como se puede ver en estas fotografías que ellas mismas han publicado.