Cristina Pedroche da pistas sobre el atuendo que lucirá en estas campanadas. Un año más la colaboradora de Zapeando estará con los espectadores en la última noche del año. A ella le acompañará Alberto Chicote, quién también repite. Ambos han conseguido otorgarle a Antena 3 el liderazgo de las privadas y conseguir acercarse peligrosamente a TVE, quién gobierna esta fecha tan especial desde hace más de 50 años.
Los medios de comunicación intentan averiguar cómo será su vestido, pero Pedroche no suelta ni media. Solo ha dicho que en esta ocasión no llevará ropa interior porque es imposible y además asegura que es su opción más arriesgada hasta la fecha. "Yo lo hago para mí, para sentirme Beyoncé, Lady Gaga, Ariana Grande y Rosalía en la misma noche y lo quiero reventar". En este sentido, mantiene tajante: "O triunfo, o me hundo".
La presentadora asegura que "tiene más ganas que nunca", aún así no quiere que se le etiquete como "la de las Campanadas": "Quiero ser más cosas". A la colaboradora le encantaría trabajar en un prime time. Está a la espera de nuevos retos profesionales, pero por el momento debe conformarse con Zapeando, donde lleva más de seis años.
La vallecana quiere dar un paso más en televisión. Sin embargo no lo consigue. Tras todas las oportunidades que Atresmedia le ha dado no consigue asentar ningún programa a su mando. Pekín Express, Tú si que sí, Dentro de, son solo algunos de los espacios que ella misma ha conducido y han desaparecido. Tampoco ha tenido suerte con su faceta como colaboradora de El Hormiguero. Ella por sí sola no tiene la suficiente fuerza.
Solo consigue llamar la atención de los espectadores cuando muestra algo de carne. Y así ha sido desde sus inicios en Sé lo que hicisteis, pasando por Otra Movida o en Zapeando. En todos los programa se ha visto con ropa muy ajustadas y corta, no le ha importado quedarse en bikini o en ropa interior, incluso mojarse para que se le marque todo.
Cristina Pedroche se está encasillando en un mismo rol y cada vez es más consciente de ello. Ahora se está dando cuenta de que si no enseña no vende. Sus palabras denotan falta de motivación e insatisfacción personal.