Semanas atrás se hablaba de la escasa o más bien nula compenetración de Sonia Isaza con las Wags del Barça, pero es que parece que las nuevas no son muy bien recibidas por las veteranas. La modelo colombiana no es la única que ha vivido en sus propias carnes el vacío de las mujeres de los futbolistas, aunque si que es la única a la que nadie le habla. Otro que encajó muy mal en el Camp Nou fue Nadia Avilés.
La catalana ya no forma parte del grupo. Su pareja ahora milita en el Celta de Vigo, donde intenta labrarse un futuro. Avilés acude a todos los partidos locales e intenta convertirse en una nueva Antonella Roccuzzo. Mientras hay algunos que aplauden su forma de ser y presencia en el campo, hay otros que la critican porque no quiere que les haga sombra a otras Wags del Celta.
Es un grupo exclusivo y privilegiado. No todo el mundo puede formar parte de el. En el Camp Nou, Antonella Roccuzzo ha demostrado ser la auténtica reina. El eje que lo mueve todo. Con ella, sus inseparables amigas. Sofía Balbi y Elena Galera, en su día también Daniella Semaan. Según cuentan, la modelo intentó hacerse amiga de ellas, pero sin mucho éxito. No la vieron con buenas intenciones ni con buenos ojos.
Un aspecto extremadamente sexy y un poco "altivo", según comentan fuentes cercanas a varias wags del primer equipo. Las únicas que se acercaron a ella en su momento fueron Coral Simanovich, quién intenta tener buena relación con todas, y María Teresa Matus, con quién sí consiguió afianzar una relación en los momentos más difíciles de la chilena.
A Nadia Avilés le hubiese encantado ser amiga de Antonella Roccuzzo, pero eso es algo muy complicado para todas. Las Wags suelen ser muy refinadas y elegantes, y a la modelo, aunque hacía sus esfuerzos la veían demasiado llamativa y exagerada. No iban a pretender que se hiciese con el control y destacase más que el resto.