María Teresa Matus es una mujer nueva tras separarse de Arturo Vidal. La finalización de este matrimonio le ha sentado como anillo al dedo. La empresaria estaba sufriendo por amor, pero por fin se ha quitado una gran carga de en medio. Matus estaba muy enamorada de Vidal, tal y como demostró en sus redes sociales en su momento, pero su traición hizo que dejara de amarle.
La chilena vivió engañada durante dos años. Arturo Vidal conoció a Sonia Isaza en Múnich. Quedaban, mientras hacía vida normal con su entonces mujer. Incluso llegó a tener un tercer hijo con Matus sin confesarle lo que estaba sucediendo. Una vez descubrió la infidelidad, ambos tomaron caminos separados. A pesar de ello, la chilena no quiere que sus hijos estén separados de su padre, por eso se trasladó a Barcelona. Aunque el matrimonio ya estaba roto de antes.
Los comentarios de María Teresa Matus que adjunta con las fotografías en Instagram son una clara indirecta a su ex y a la novia de éste. A pesar de que dice que lo ha superado o lo hace creer, eso no es del todo cierto. La empresaria todavía se siente dolida, traicionada y enamorada de alguien que no la merece.
Matus está dispuesta a enseñarle al jugador del Barça lo que se ha perdido. Se ha fijado en un cuerpo escultural con pechos y glúteos y ha sido el peor error de su vida. Ahora le va a demostrar que ella es 100 veces mejor al tener corazón y el mismo cuerpo o incluso mejor, poco a poco.
Lo que está claro es que Matus está dispuesta a cambiar y demostrar todo lo que vale. La chilena se ha apuntado al gimnasio junto a su hermano, quién se ha convertido en el padre de los niños y su gran ayuda. Ambos acuden casi todas las mañanas al Duet Fitt del Centre Comercial Finestrelles en Esplugues de Llobregat, muy cerca de su lugar de residencia.
Como se puede ver en algunas fotografías de su pasado y en las actuales, aunque todavía está lejos de las abdominales de Sonia Isaza, empieza a marcar un definido abdomen.