El año pasado Gerard Piqué se tuvo que enfrentar a una multa de 48.000 euros por conducir sin puntos en el carnet. La sanción fue reducida gracias a un acuerdo entre el abogado del futbolista y la Fiscalía que pretendía que pagase 72.000 euros. Piqué era plenamente consciente de que no podía conducir, aún así lo hizo. En el juicio, que duró menos de diez minutos, el futbolista acató la sentencia y se declaró culpable.
Aún así parece que el jugador no aprende porque esa es una de tantas infracciones que ha cometido relacionadas con el automóvil. Esta misma semana empezaba con mal pie para el catalán. Según adelantó el programa Sálvame, que desde que tiene una hora más de duración amplía su contenido, Gerard Piqué volvió a protagonizar un altercado con la policía, aunque en esta ocasión algo más pacífico.
La pareja de Shakira fue fotografiada en plena calle discutiendo con los agentes de seguridad. Gerard Piqué, cansado de dar vueltas en busca de aparcamiento, decidió estacionar su vehículo en medio de un paso de cebra para irse a cenar a un restaurante cercano en vez de hacerlo en el parking de la zona.
El jugador se encontraba en el restaurante con amigos y familiares, pero sin Shakira. Al ver a la policía, Gerard Piqué salió de inmediato interrumpiendo la velada. Las autoridades le preguntaron si el coche era suyo. Piqué lo afirmó. Estos le obligaron a retirarlo si no quería que una grúa se llevase el coche.
De todos modos no se libró de una multa de 200 euros, aunque en esta ocasión tuvo suerte y no perdió ningún punto del carnet de conducir. En esta ocasión no hubo ninguna discusión acalorada, como si sucedió en una situación similar hace cinco años. En aquella ocasión, Gerard Piqué se ganó las críticas de muchos al asegurar que "le tienen envidia por ser famoso". Un comentario que carece de humildad. Con aquella discusión, este episodio ha sido una simple anécdota.