Sara Sálamo volvió loco al jugador del Real Madrid Isco Alarcón. Una joven canaria de 27 años que soñaba con convertirse en actriz desde que dobló con 11 años un cortometraje de su padre. En el colegio se apuntó a clases extraescolares de teatro. A los 18 años llegó a la capital madrileña para labrarse un futuro en este mundo.
La actriz debutó profesionalmente en la mítico serie andaluza Arrayán. La joven estuvo involucrada en el proyecto durante 68 capítulos. También se la ha podido ver a nivel nacional en series como B&B, de boca en boca o Brigada Costa del Sol, todas ellas sin éxito ninguno.
Este último año la intérprete ha tomado la decisión de dejar de lado sus compromisos profesionales para centrarse en su recién estrenada maternidad. La joven está viviendo este proceso con mucha ilusión. Desde que se quedó embarazada ha hecho a sus seguidores partícipes del proceso. Y ahora que tiene a su pequeño Theo entre sus manos se dedica a dar consejos a las madres primerizas.
Algunas personas creen que sería Isco Alarcón quién le habría recomendado, por el momento, no aceptar ningún papel en una serie de televisión o película. Al futbolista no le gusta que la madre de su hijo se dedique a la interpretación. Le pone muy celoso cuando ve una escena de Sara en la que se besa con otro hombre que no sea él y mucho más cuando es una escena más explícita, donde debe quitarse la ropa. No quiere que su hijo vea a su madre desnuda en televisión cuando crezca un poco más.
La tinerfena tampoco lleva muy bien lo de desnudarse ante las cámaras ni simular una escena de sexo. "Yo estaba completamente desnuda. Y los operarios de cámara fueron muy desagradables, haciendo gestos obscenos, catetos, muy vejatorios", ha recordado la pareja del futbolista del Real Madrid. En aquel momento, Sálamo tenía tan solo 18 años y no supo cómo reaccionar: "Simplemente me tapé con las sábanas y me moría de la vergüenza. Y el director me decía: 'Por qué te tapas. Esto no es lo que acordamos'. Yo no era capaz de desenvolverme bien en esa situación".