Leo Messi traspasa fronteras y corazones. El astro argentino es el mejor jugador de la Liga y, recientemente, nombrado el mejor del mundo. Desde pequeño soñó con ser futbolista y lo consiguió. Su dominio con el balón en el barrio de El Rosario le dio un pase VIP a la Masía del Barça. Desembarcó en Barcelona en el año 2000, aunque no debutó hasta 2004. Todos saben quién es Leo Messi, no hay nadie en el mundo que no sepa responder a esa pregunta. No obstante Leo Messi, ya no es único. Aunque en el mundo del fútbol lo sigue siendo. 

El nombre de Leo era muy poco común en nuestro país hasta que llegó él. La llegada del nuevo siglo trajo nombres más modernos. Atrás quedó eso de llamar a tu hijo Antonio o Juan o con un nombre compuesto. ¿Por qué no llamarle Leo? Eso pensaron cuatro parejas en el 2000. En el 2004, cuando Leo empezó a despuntar en el Barça11 personas más les copiaron la idea. No obstante ese nombre todavía era muy poco común. Se encontraba en el puesto número 262. 

El nombre de Messi ha ido creciendo como también lo ha hecho el futbolista. Un dato curioso es que ya hay más Leos que Jordis. Y si esta evolución continúa en positivo podría convertirse en el nombre más común utilizado por padres y madres. 

De los 4 iniciales en 2017 fueron 443 niños. Ese mismo año el nombre de Leo se encontraba en la duodécima posición de los nombres más usados en Catalunya. Sin embargo, en 2018, último año con registros hasta la fecha, el dato ha aumentado hasta 459 bebés, posicionándose en el sexto nombre más usado entre los padres catalanes. 

Leo Messi se exhibe en Wembley contra el Tottenham para sumar una victoria vital del Barça / EFE

 Esta cifra vuelve a ascender tras la bajada de 2017 y anota un nuevo récord. En 2015 se dio la cifra más alta con 454. Ahora superada por cinco más.

Por comarcas, Leo Messi es el nombre ganador en el Tarragonés, Anoia y Vallés Occidental. Se encuentra en segunda posición en el Baix Llobregat y en el Maresme. En tercera posición en el Barcelonés. 

 

Es una simple anécdota, pero no deja de ser un síntoma de la importancia de Messi en la sociedad catalana.