La causa penal que ha llevado a Shakira Mebarak ante la justicia española acusada de fraude fiscal podría convertirse en otro despropósito del poder judicial. Algo que, en los tiempos que corren, empieza a dejar de sorprender.
A pesar de la densa prueba documental que presentó Fiscalía cuando interpuso la querella, fuentes judiciales advierten a Culemanía que hay indicios para pensar que la acusación cojea.
Este jueves se celebró la declaración de la cantante colombiana ante el juzgado número 2 de Esplugues de Llobregat durante una hora y cuarto, aproximadamente. En ese lapso de tiempo Shakira tan solo contestó a las preguntas de su abogado, José Ángel González Franco.
La Fiscal del caso, Carmen Martín Aragón, no obtuvo respuesta por parte de la artista. Sin embargo, tiene mucha documentación recogida durante meses que alimenta las sospechas indiciarias de la comisión de un total de seis delitos contra la Hacienda Pública.
Tres de ellos son relativos al impago del IRPF por la acusada durante los años 2012, 2013 y 2014. Una cuantía supuestamente defraudada que suma 12,3 millones de euros. Los otros tres son por el supuesto impago del Impuesto de Patrimonio por valor de otros 2,2 millones.
Shakira ya ha pagado 34,5 millones
En total son 14,5 millones los que Shakira habría defraudado al Estado Español, muchos menos de los que ya ha depositado ante Hacienda a fin de cooperar para evitar el juicio: 20 millones por un lado y la citada cantidad de 14,5 millones más recientemente.
El gesto de Shakira no evitó que Fiscalía presentase la querella y ahora tendrán las partes una larga instrucción por delante para intentar demostrar si es culpable o inocente. El objetivo principal de la mujer de Gerard Piqué no es otro que evitar el banquillo de los acusados.
Gerard Piqué (d) y Shakira, su pareja, juntos en un coche en una imagen de archivo
Según ha podido saber Culemanía, no es una posibilidad remota. Al menos, así lo entienden las fuentes judiciales consultadas, que prefieren no revelar su identidad. La clave de todo pasará por demostrar que Shakira efectivamente debía considerarse residente fiscal en España esos años.
Cuestión de residencia
Según la legislación española, es residente fiscal en España el que pasa en nuestro país más de la mitad del año, es decir: 183 días naturales. Si no se alcanza esa cifra, no se puede considerar que alguien tenga la residencia fiscal española.
En ese supuesto, el no residente no estará obligado a pagar sus impuestos en España o, en su caso, deberá pagarlos en base al Impuesto de No Residentes, pero nunca el IRPF. La diferencia de gravamen es de aproximadamente un 25%.
Estos días se ha especulado mucho con que Shakira tenía su domicilio fiscal en Bahamas, o en Miami, sin embargo esa información no es relevante. No importa donde haya estado el resto del tiempo, lo que importa es cuanto tiempo estuvo en España. Y debe demostrarse.
La prueba corresponde a la acusación
En vía penal, la carga de la prueba corresponde siempre a la acusación y es por tanto Fiscalía quien debe probar que efectivamente Shakira residió en España más de 183 días anuales durante 2012, 2013 y 2014. El problema es que no es fácil demostrar algo así.
Shakira en uno de sus conciertos / INSTAGRAM
La cantante siempre ha defendido que ella no pasaba más de la mitad del año en España hasta 2015, algo que expuso la propia Shakira a través de un comunicado de de su agencia de representación. Viajaba mucho por agenda de trabajo, conciertos, compromisos comerciales... Y esa parece ser la verdadera clave en torno a la que girará el caso a partir de ahora.
Control vía tierra, mar y aire
La manera más habitual de controlar las entradas y salidas de una persona del país suele ser a través del sello en los pasaportes, pero incluso en los aeropuertos se hace muy complicado llevar taxativamente ese control.
Asimismo, la libre circulación de personas en determinados lugares, como la propia Europa, hace que también por carretera se pueda abandonar el país sin dar cuenta de ello. Incluso se puede salir de España por mar sin dejar constancia de ello.
De ahora en adelante, Shakira luchará por demostrar que durante esos tres años pasó más tiempo fuera de España que en España. Pero también Fiscalía debe demostrar que ella residía aquí, sin olvidar que la carga de la prueba siempre pertenece a la acusación. El conflicto está servido.