El futuro de Denis Suárez en el Arsenal es muy incierto. Más aún al estar fuera de juego hasta final de temporada por una lesión. Poco les ha durado al asturiano y a su pareja su aventura en Londres. Ni tan siquiera les ha dado tiempo a buscar casa. De hecho, nunca han dejado la de Barcelona. Constantemente la pareja viajaba a la ciudad condal y ahora que ambos están de "fiesta" no se separan. 

Sin duda, tanto a Avilés como a Suárez, les dolió la marcha del jugador. Él tenía puestos sus objetivos en el Barça, pero se le fueron al traste con la llegada de Boateng y de Jong. Se quedó sin sitio en el club, ni tan siquiera en el banquillo. Aunque nuestra protagonista del día es Nadia Avilés. 

La influencer y modelo se enamoró el año pasado de Suárez, quién dejó a su pareja de toda la vida por ella. Desde entonces no se han separado ni un solo minuto. Son muchas las críticas que le han llegado a Avilés tras el cambio de actitud de Denis. Muchos aseguran que es culpa de la joven. Las redes creen que está mucho más serio, pasota y egocéntrico. 

Nadia Avilés también ha cambiado radicalmente desde que conoció al gallego. No solo ha cambiado su carácter. Se muestra más glamurosa, elegante y altiva. Por lo menos la sensación que desprenden las fotos de sus redes sociales y sus comentarios adjuntos. Su físico también. Nunca ha salido a la luz las operaciones de Avilés en caso de haber pasado por quirófano, pero el cambio físico es evidente. 

Su perfil está mucho más definido, la nariz más pequeña y completamente lisa. Incluso el mentón es más simétrico y fino. Ni tan siquiera le salen pómulos cuando sonríe. Muy parecido al físico del artista Mario Vaquerizo quién se operó el mentón y las bolsas de Bichat, unas almohadillas grasas que se localizan junto a las mejillas para afinar más su rostro. 

También se ven mucho más abultados sus labios. Más gruesos que habitualmente. Podría haberse inyectado ácido hialurónico. De todos modos, tanto los jugadores como sus respectivas mujeres siempre han llevado una vida muy discreta y no acostumbran a hablar de ella.