Los futbolistas ingresan grandes cantidades de dinero diarias. Por un solo día pueden llegar a ganar lo que no cobra un ciudadano de a pie en toda su vida laboral. Y no solo eso, encima tienen el placer de disfrutar con ese hobby que tanto les enamoró de pequeños. Lejos de guardar todo el dinero en una cuenta corriente o ahorrarlos para su vejez, los jugadores suelen invertirlo, generalmente en casas y obras de arte, como es el caso de Sergio Ramos quién tiene una gran colección de figuras y coches de alta gama. El capitán del Real Madrid es uno de los jugadores con más patrimonio, no obstante por encima de él está Andrés Iniesta.
Uno de los jugadores más queridos del Barça. Durante todos los años que estuvo en el equipo. Tras su paso consiguió multitud de premios y reconocimientos y esto se traduce también en una importante suma de dinero. Atesora un patrimonio de unos 90 millones de euros. Aunque desde que está en la Liga China tampoco le va nada mal. Su renovación le reportará cerca de 81 millones de euros.
En el Barça era el segundo jugador mejor pagado del equipo, con un sueldo anual de 18 millones de euros. Pero tampoco hay que olvidar todo lo que ha ganado y continúa ganando con las campañas publicitarias y sus bodegas. Su padre, Juan Antonio, con la aprobación de su hijo, decidió invertir en viñedos. 10 hectáreas de viñas. Aunque ahora mismo alcanzan las 120 hectáreas y también dispone de aceites y quesos. De hecho es su padre quién aparece como presidente de la empresa. En 2016 presentó un activo de 32,5 millones de euros, unas ventas de 5,3 millones y cerró el ejercicio fiscal con 436.000 euros de beneficio. Las bodegas se pueden encontrar en su tierra, Fuentealbilla.
También es el mayor accionista de del equipo de fútbol de su tierra, el Albacete Balompié. Él hizo todo lo posible por remontar un club que estaba condenado a la desaparición. En su pueblo también cuenta con algunas viviendas que alquila mediante Airbnb. Una técnica para atraer público al pueblo. Dispone de tres casas, para dos personas o hasta para grupos de seis. Además se puede comer o cenar en el restaurante de la propia bodega. Está todo pensado. La vivienda más pequeña está disponible por 120 euros noche.