Shakira acapara toda la atención allá donde va y desde que inició su relación en 2011 con Gerard Piqué, la pareja es protagonista quiera o no por donde pasan. Su vida personal y profesional está sometida a un juicio constante, especialmente en las últimas semanas tras conocerse la querella presentada por la Fiscalía de Barcelona contra la artista por, presuntamente, haber defraudado Hacienda 15 millones de euros.
Desde que iniciaran su relación, el futbolista y la cantante son un reclamo constante para la prensa, y lejos quedan aquellos días en que solo la de Barranquilla ocupaba portadas. Eran aquellos días en que Antonio de la Rúa era la pareja sentimental de la barranquillera: su pareja, su representante, su socio en los negocios, su confidente, todo.
Una foto de archivo de Antonio de la Rúa y Shakira
Ocho años después, el argentino concedió una entrevista para ABC en la que confesó estar feliz en su nueva vida en el anonimato. "Me encanta el perfil bajo. Está bien permanecer fuera del alcance de la prensa. Uno se siente bien". Shakira le catapultó a la fama y al mundo del corazón, pero nunca fue un hombre desconocido. Su padre, Fernando de la Rúa, fue presidente de Argentina entre diciembre de 1999 y diciembre 2001, dos añós asolados por una crisis económica sin precedentes por la que tuvo que abandonar el cargo dos años antes de cumplir su mandato.
Una década de amor
Shakira y Antoñito, como se le conoce en Argentina, vivieron diez años de amor intenso y fortuna creciente. Fue la inspiración de la artista con temas como Día de enero o Whatever, wherever. Y también cosecharon éxitos en sus proyectos empresariales. Ahora, con su vida rehecha junto a Daniela Ramos, compatriota de Shakira, Miss Mundo Colombia 2009 y actualmente modelo y DJ, la pareja ha formado una familia.
Su hija Zulú, nació en 2013 y viven en el viejo continente, en el frío de Berlín. Tras años de esfuerzo por desaparecer de las portadas del corazón, especialmente en su país natal, por fin es un hombre anónimo. Con Shakira solo quedan los recuerdos. Uno en concreto muy llamativo: una demanda interpuesta en 2012 a la cantante en la que le pidió 250 millones de dólares por incumplimiento de contrato y en concepto de indemnización, por, según dijo, haber sido él quien impulsó la carrera internacional de Shakira. Una batalla que perdió, así como la amistad de la cantante.