La familia Messi no gana para disgustos judiciales. Tras las acusaciones que se ciernen sobre Leo Messi en Argentina con el posible delito de fraude en su Fundación, ahora el suegro del jugador, José Roccuzzo ha sido condenado por un juzgado argentino al pago de dos millones de pesos --50.000 euros-- por maltrato y hostigamiento laboral.

Una exempleada del padre de Antonella Roccuzzo lo denunció tras 20 años trabajando para la empresa de la familia. José tiene dos supermercados y una distribuidora de galletas y golosinas en Rosario, donde trabajó la denunciante pero que fue despedida tras dos décadas en la empresa.

La patronal considera que la trabajadora fue desplazada de sus tareas y se consideró despedida. "Una serie de hechos determinaron que la empleada se dé por despedida, con hechos desde la patronal tendientes a descalificarla con cambios de horarios y maltrato con la finalidad de forzarla a una renuncia. No le daban tareas, solo se tendía desgastar el vínculo, a cansarla y a que ella se vaya sin tener que echarla", expuso el abogado. 

Culpable

La jueza valoró los años de la mujer como trabajadora de la empresa en su favor y pese a que la multa suele ser de unos 800 euros, la magistrada decidió ascenderla a 50.000 euros. Una sentencia que los Roccuzzo ya han anunciado que apelarán ante una instancia superior por considerarlo "arbitrario, injusto y tendencioso".

Desde la familia, señalan que la demandante se aprovechó de la relación con la familia Messi para dar imagen pública a un mero trámite de despido que finalmente ha tenido una gran repercusión. Asimismo, el abogado de los Roccuzzo aseguró que los cambios en sus condiciones laborales fueron "en beneficio de la trabajadora, con reducción de horario, conservando la misma remuneración, incorporándose a una tarea de responsabilidad que tenía que desempeñar al lado de uno de los titulares de la empresa". 

Otro varapalo judicial para una familia que en Argentina acapara titulares en los titulares.