Las redes sociales han vuelto a ser el escenario de un suceso lamentable. Indignante. Porque otra vez una mujer ha sido objeto de la violencia machista por parte de unos pocos miserables.
La víctima ha sido Cristina Pedroche, quien cometió la osadía de subir una foto al natural en su perfil de Instagram. Sin filtros y sin maquillaje. Incluso sin peinarse. Y ello provocó una avalancha de críticas inaceptables por parte de varios internautas.
La turba de seguidores se metió con la palidez de su cara y llegó a tacharla de “fea” u “horrible”. A su melena despeinada la bautizaron como “pelo escoba”. Incluso se metieron con el jersey rosa que llevaba…
Pues bien, sepan todos y todas ustedes que esta es la imagen de cualquier mujer al despertarse. ¿No lo sabían? El maquillaje no viene incorporado de fábrica y el cabello no resplandece ni se peina solo. ¿Es acaso un crimen fotografiarse al natural? Para algunas mentes retrógradas parece que sí.
Afortunadamente entre los seguidores de Cristina Pedroche también salieron muchas voces en su defensa. Porque maquillarse y arreglarse el cabello es una opción, tan válida como cualquier otra, pero jamás puede ser una obligación. De lo contrario se convierte en opresión.
Cristina hizo caso omiso a los comentarios de quienes la criticaron y volvió a publicar otra imagen al natural, esta vez antes de acostarse.
En chándal, con el cabello recogido en una coleta y arrugando ligeramente la frente, como diciendo: aquí me tenéis, podéis decir lo que queráis, porque vuestra ranciedad está condenada al ostracismo.