El pasado sábado, antes del partido contra el Athletic, varios jugadores del FC Barcelona llevaron a sus hijos e hijas al Camp Nou para que se hicieran una fotografía con el equipo. Los pequeños se lo pasaron en grande, tanto como sus mayores disfrutando al verles en su lugar de trabajo.
Entre quienes se trajeron a sus retoños al césped del coliseo azulgrana está Ivan Rakitic, padre de dos hermosas niñas de dos y cinco años, Adara y Althea, quienes se presentaron con la segunda equipación del Barça.
Althea, la mayor de las Rakitic, se peinó con una trencitas muy coquetas que le caían a lado y lado de los hombros, mientras que Adara, la pequeña, lució unos moñitos muy graciosos. Ambas combinaron la camiseta del Barça con una falda plisada de color oscuro y zapatillas negras.
A la cita, cómo no, tampoco faltó la artífice de las pequeñas princesas: Raquel Mauri, esposa de Rakitic. La andaluza también posó para las cámaras en las inmediaciones del Camp Nou, aunque a diferencia de sus hijas ella no pudo saltar al césped.
Romance de película
La relación de Rakitic con Raquel Mauri da para una película romántica. El jugador croata la conoció el mismo día que aterrizó en España para fichar por el Sevilla, un 28 de enero de 2011.
Rakitic no podía conciliar el sueño aquella noche cuando llegó a su nueva casa. Los nervios no le dejaban dormir. Decidió salir a tomar un café, y allí encontró a la mujer de su vida. Raquel era la camarera del local.
Desde entonces el croata no hacía más que pensar en ella. Para él fue un flechazo a primera vista. Eso sí, tardo siete meses en lograr una cita con ella. Rakitic tuvo que persistir. Al principio no fue fácil por el idioma, pero el amor que ambos se profesan derribó todas las barreras.