Leo Messi y Antonella Roccuzzo forman una de las parejas más estables del mundo del fútbol. Su historia de amor parece sacada de un cuento de hadas, pero no todo fue de colores en algunas momentos. La distancia marcó una relación que tuvo algunos baches. Los celos y conflictos con algunos familiares de la empresaria pusieron en jaque la continuidad de la pareja, pero tras más de diez años de relación, viven su momento más dulce.

El astro argentino mantiene una estrecha relación con su familia --especialmente sus padres y hermanos-- pero vive por y para su familia. Anto y sus tres retoños: Thiago, Mateo y Ciro. Después de que Antonella se trasladara de forma definitiva a Barcelona para vivir con Leo --en 2010-- la pareja pudo disfrutar de su relación en el día a día. Una situación que favoreció para que la pareja se consolidara. Funcionó hasta tal punto que en dos años tuvieron a su primogénito Thiago.

Familia de cinco y en busca de más

Ocho años después, la familia Messi-Rocuzzo está formada por cinco miembros, aunque el argentino ya ha confesado que buscarán otro pequeño. Concretamente otra pequeña, "la nena". Convertirse en padre ha sido un punto de inflexión para el argentino. Él mismo ha confesado en varias ocasiones que una vez fue padre ve la vida de distinta manera, hay otras prioridades, aunque nunca ha perdido el apetito ganador y la competitividad en su profesión

Leo, con un carácter reservado y, en ocasiones, difícil de manejar si se trata de frustraciones o derrotas futbolísticas, Antonella ha jugado un papel fundamental para que Messi continúe siendo Messi. Su mujer es su principal apoyo fuera y dentro del terreno de juego y no duda en demostrarlo constantemente. Acude al Camp Nou con asiduidad y declara su amor y devoción por el '10' en sus redes sociales. Con el Barça y con Argentina. En las buenas y no tan buenas. 

 

 

Defensora de su marido ante millones de seguidores, sus hijos también han colaborado a su estabilidad. El astro argentino valora otros aspectos de la vida ahora que ya sabe que es ser padre. Para él la estabilidad de su familia es lo primero, y ellos le corresponden con el amor que profesan. Messi ha encontrado la estabilidad emocional en Antonella y sus pequeños. Es feliz y los culés lo agradecen.