Dos meses han pasado ya desde la desaparición de Miguel Ángel Santos. Era el 4 de junio cuando huyó del Hospital Virgen de Valme (Sevilla) donde estaba ingresado.
Llegó allí la noche interior cuando sus hermanos lo llevaron hasta el centro. Tenía mucha ansiedad y lo dejaron en observación. Horas después escapó.
Huída
Se fue tal y como estaba. Dejó atrás su ropa y con ello el dinero que llevaba encima y su documentación. Salió de allí sólo con el pijama del hospital.
La familia está muy preocupada. Reconoce que han recibido llamadas en la que informan de supuesto parecido de Miguel Ángel. “No son pistas sólidas”, lamentan y son cada cual más variopinta.
Últimas informaciones
Lo más sólido que tienen es un vídeo del desaparecido que entra a un solar cercano al hospital, del que huye una vez le dicen que se vaya. La familia defiende que las imágenes muestran que el hombre, de 33 años, está desorientado. No descartan, incluso, que entrara en el terreno pensando que era su casa.
Pero hay un dato que también se tiene en cuenta. Días antes de desaparecer, Miguel Ángel informó a los suyos de que "le estaban siguiendo para matarlo". Creen que todo está en su cabeza, que sufre manía persecutoria. En cualquier caso, no está diagnosticado.
Antecedentes
No es la primera vez que Santos sufre ansiedad. Tres meses atrás, cuando se fue a Ibiza a trabajar de pintor en un hotel, tuvo que ir a urgencias por ansiedad. Le dieron medicación y regresó a Sevilla dos meses después. Antes de desaparecer, empezó a comportarse extraño y decir que lo perseguían.
La familia está desesperada. Recuerdan que la búsqueda sigue. Miguel Ángel Santos mide 1,70 metros, tiene complexión normal, pelo rizado, barba y ojos verdes.