Matías Vela ha sido condenado a tres años de cárcel por matar al violador de su hija de 5 años. La pena dictada por el tribunal popular lo exonera de pisar la prisión ya que no tiene antecedentes.
El acusado, que estuvo nueve meses en los calabozos por el crimen, alegó actuar bajo un estado de enajenación mental. Asevera que no pudo contener su rabia, impotencia y furia al conocer que un exvecino, José Dagoberto López Uribe, de 66 años, abusó de la menor.
Relato de la menor
Los hechos sucedieron en Bahía Blanca (Argentina). "Ese día llegué a las 3 de la tarde a casa. Trabajaba en el Polo Petroquímico de una empresa. Era un día normal. Estuve con las nenas y mi mujer. Se hizo de noche, comimos y mi hija fue al baño. Mi esposa la acompañó y la niña le insistió con que le dolía un pecho. Mi mujer le empezó a preguntar por qué, si se había golpeado o algo. Hasta que empezó a contarle", revela el progenitor a un medio local.
El relato dejó a la madre estupefacta. La pequeña le contó que cuando el hombre "varias ocasiones la había tocado, le metía la mano en la ropa interior y esas cosas". La mujer no dio crédito y fue a contárselo al padre, que no daba crédito: "Se me nubló la vista, nunca pensé que me iba a contar algo así".
Crimen
Tras escuchar el relato, el acusado cogió un cuchillo de la mesa se montó en la moto y se fue directo a la casa del agresor, "y pasó lo que pasó", detalla. "Sinceramente no me acuerdo mucho. Bajé de la moto, le encaré y le acuchillé", confiesa.
"De los nervios que tenía abracé a mi esposa, no podía hablar y me temblaba el cuerpo. Nunca me había pasado una situación así. Ella trataba de tranquilizarme y le dije que fuéramos a la policía, pero no pensé que estaba muerto", revela. Poco imaginó todo lo que iba a pasar.
Comparecencia
"Me arrepiento de lo que hice, porque si no hubiera ido directamente a su casa no me hubiera pasado todo esto", asegura. Fiscalía pidió penas de entre ocho y 25 años de cárcel, pero al contar su relato al tribunal popular: "varios integrantes del jurado popular se pusieron a llorar". "Creo que ellos me entendieron y por eso ahora estoy libre. Yo no fui criado para matar a otra persona, pero había abusado de mi hija", sentencia.
Sobre el acusado pesa ahora la violación de su hija y la muerte del violador. Algo que no se saca de encima. "Maté al tipo que abusó de mi hija, pero lo hice sin entender qué hacía, se me nubló todo esa noche", insiste.