Los ecos de la muerte de Mark Sutton continúan. Este británico falleció en 2018 cuando un cazador lo confundiera con una presa y le pegara un tiro mortal. Tenía 34 años.

Los hechos conmocionaron a la población, pero no tanto a su familia. Su hermana y su madre mostraron alivio, e incluso felicidad cuando supieron de la muerte.

Violaciones y agresiones

El fallecido violó y golpeó a su propia hermana, Katie Toghill, cuando tan sólo era una niña, confesaba ella misma al The Sun. "Cuando escuché que lo habían matado sentí un gran alivio, fue una gran carga a mis espaldas. Estaba aliviada de que no pudiera lastimarnos a nosotros ni a nadie más", relataba.

La mujer se lo confesó años más tarde a su madre, Katrina. Ambas lo denunciaron a la policía. Al saberlo, Mark se fue del país. Ellas, en cambio, seguían con sus denuncias. "Quiero que todos sepan qué escoria era", defendía Katie.

Reproches

La madre asevera que su hijo "era un monstruo", que siempre lo fue. Recuerda que ya con sólo cuatro años, en la guardería, trató de matar a un compañero con un cuchillo. También su exnovia sufrió su violencia y afirma que era un "psicópata".

Lo único que lamentaba la hermana era cómo fue la muerte de Mark. “Fue una pena que muriera tan rápido, me hubiera gustado quitarle la correa lentamente y saber que yacía allí muriéndose. Se merecía ser torturado hasta la muerte”, expresaba. Su padre y la actual pareja del fallecido lo defienden,  consideran que sólo quieren "manchar su nombre".