El sinfín de pruebas practicadas en el interior del turismo de Óscar, principal sospechoso de la muerte Esther López, han revelado que en el óbito de la vecina de la localidad vallisoletana de Traspinedo podría haber implicada una tercera persona.
Según publica Caso Abierto este miércoles, así lo creen los investigadores de la Guardia Civil al hallar restos de ADN de otra mujer en la goma del maletero del Volkswagen T-Roc del sospechoso. Esta huella genética estaba mezclada con la de las otras dos personas que forman parte del caso. Es decir, la víctima y el sospechoso.
Eliminación de pruebas
Si bien el principal problema que presenta la muestra es el estado de deterioro en que se encuentra. Los agentes que están al frente de la investigación apuntan a que la prueba habría sido sometida al uso de productos químicos como lejía o amoníaco.
De hecho, se ha probado con las imágenes captadas por una cámara de seguridad, además de por la posición de su teléfono, que Óscar limpió de forma exhaustiva durante 17 minutos el interior de su vehículo el día después de la desaparición de López. Por el momento, el investigado todavía carece de explicación a la pregunta de cómo llegó la huella de Esther al maletero de su coche y mucho menos cómo llegó a mezclarse con la suya y ahora con la de otra mujer.
Él afirma que esa noche salió con Carolo y la fallecida y sostiene que juntos dejaron al amigo que les acompañaba en la puerta de su casa. También asegura que, poco después, a las tres de la madrugada, ella se bajó de su coche, dispuesta a seguir la fiesta. “Yo me fui a casa, me fumé un cigarro y me fui a dormir”, declaró en sede judicial.
Abierta la hipótesis de la participación de terceras personas
Con el hallazgo de esta nueva muestra, los informes de los agentes de Criminalística del instituto armado dejan abierta la hipótesis de la participación de terceras personas en la muerte de Esther o, al menos, en el traslado de su cuerpo desde el lugar donde fue atropellada hasta la cuneta donde fue encontrada 23 días después. Así, pues mantienen con seguridad que López murió atropellada, que no fue socorrida y que su cuerpo no estuvo en el lugar en que fue encontrado desde el primer momento.
De hecho, la autopsia señala como principal causa del óbito un “politramautismo torácico abdominal con hemorragia interna profusa que causó un 'shock' hipovolémico”, una lesión que podría ser compatible con que la víctima hubiera sufrido un atropello mortal. Los cuatro forenses del Instituto de Medicina Legal de Valladolid indicaron que el cadáver presentaba varias fracturas óseas y una luxación de cadera debido a un fuerte golpe.