El menor de 15 años detenido este miércoles por presunta vinculación con la muerte de Sonia Francisca, una mujer de 42 años, hallada sin vida en el interior de un domicilio de Las Rozas (Madrid), ha reconocido la autoría del crimen. El adolescente fue interceptado por una patrulla de la Guardia Civil a escasos metros del lugar en el que se encontró el cadáver, portando una mochila con varias prendas de ropa en su interior.
“Me venís a buscar por lo de la bañera”, fue lo primero que dijo ante los agentes del instituto armado tras ser localizado. Y es que todo apunta a que la fallecida murió estrangulada en la bañera con el cable de la plancha a manos de él durante la mañana del 30 de marzo. Horas después, el cuerpo inerte fue encontrado por el hermano de 13 años del acusado, cuando regresó del colegio.
La vida de Sonia
La víctima se trata de Sonia Francisca, una mujer nacida en Benidorm (Alicante), pero residente de Las Rozas desde hacía varios años. Fue en la localidad madrileña, donde conoció a Mohamed, el hombre de 64 años que le había alquilado desde hacía dos meses una habitación de la vivienda donde él residía junto a sus dos nietos menores de edad, de 15 y 13 años respectivamente.
A pesar de que en un primer momento se barajó la posibilidad de que existiera un posible idilio entre ambos, esta hipótesis ha sido descartada después de que haya salido a la luz que el sexagenario mantiene una relación sentimental con una mujer llamada Xarini. No obstante, en las últimas horas ha trascendido que Sonia no pagaba el alquiler y que el contrato de arrendamiento estaba a nombre de Mohamed.
Un crimen planificado
Al parecer, la llegada de Francisca al núcleo familiar no fue vista con buenos ojos por los nietos del hombre desde buen principio. De hecho, estos le habrían pedido en más de una ocasión que abandonara el inmueble, alegando que la convivencia de cuatro personas en un piso tan pequeño se hacía insoportable. En la actualidad, Sonia trabajaba de limpiadora de pisos tras varios empleos en el sector de la hostelería como camarera y geriátricos como cuidadora de ancianos.
Las pesquisas de los investigadores apunta a que el menor pudo haber planificado el crimen para que pareciera un suicidio, aunque tampoco se descarta que se pueda tratar de un brote psicótico. Tras pasar la noche en el calabozo, el joven se encuentra privado de libertad. La Fiscalía de Menores se ha hecho cargo del caso.