El próximo 11 de marzo se cumplen 4 de años desde que fuera hallado el cuerpo sin vida de Gabriel Cruz. El pequeño, de tan solo 8 años, fue secuestrado y asesinado a manos de Ana Julia Quezada, la pareja de su padre. Una mujer de procedencia dominicana, que abandonó a su hija Ridelca para viajar a España, y que terminó recalando en El Carro, un prostíbulo de carretera en Burgos.
Fue allí donde conoció a Miguel Ángel, quien a pesar de ser un cliente habitual del club, se enamoró de ella. Al poco tiempo de conocerse, la mujer abandonaría el burdel para casarse con él.
Muerte de su primera hija
Meses después, la pareja se daba el “sí, quiero” y se convertiría en padres de una niña llamada Judit. Si bien no fue hasta 1995 cuando el camionero le propuso traer a su primogénita a España para, así, sacarla de la miseria. Cuatro meses después de la llegada de Ridelca, la pequeña fallecía al precipitarse por la ventana de un séptimo piso.
Un suceso que podría haber parecido un accidente si no fuera porque para haber saltado tendría que haber necesitado subirse a una mesita, abrir la doble ventana y saltar. Doce años después, la policía reinvestigaría el caso sin mayores consecuencias a pesar de que cogía fuerza la teoría que fue la propia madre quien arrojó a su hija al vacío.
Herencias
Tras separarse de su marido, conoció a un hombre viudo, 16 años mayor que ella, con el que se casó. Al fallecer, este le dejó en herencia una casa en su país natal, 35.000 euros y un crédito de 6.000 euros, que le sirvió para financiar una operación de aumento de pecho.
Meses después de la muerte de su segundo esposo, Ana Julia conocería a otro hombre mayor que ella con el que también contraería matrimonio. El destino haría que transcurrido un corto plazo, Juanma también falleciera víctima de un cáncer de garganta, aunque, no sin antes dejarle una herencia de 17.000 euros.
Traslado al Cabo de Gata
Con ese dinero, la acusada por la muerte del pequeño Gabriel se sometió a un nuevo retoque estético y encontró de nuevo el amor, junto a Sergio, un joven del Cabo de Gata. Ambos se trasladaron hasta la costa almeriense, donde regentarían un bar. Fue allí donde conocería a Angel Cruz, padre de Gabriel Cruz.
Su idilio comenzó el 31 de diciembre de 2016. Nueve meses después la pareja inició una vida en común. El 27 de febrero de 2018, Ana Julia Quezada asesinaría a Gabriel, el hijo de su novio: 13 días después la pillaron con el cadáver en el maletero del coche cuando iba a cambiarlo de sitio. Todavía cumple condena de prisión permanente revisable en el centro penitenciario de Brieva (Ávila).