Un hombre que se encontraba en cuidados paliativos ha conseguido cumplir su sueño: asistir a la boda de su hija. Esta es la historia de cómo Pedro, un hombre que llevaba años enfermo, pudo estar presente en el enlace de Ruth, su hija.
Para ello, la organización Ambulancia del Deseo se recorrió 593 kilómetros que lo separaban de su destino. Desde Murcia, donde tiene su sede la ONG, pasando a recogerlo por Madrid hasta finalmente llegar al lugar del enlace, Valladolid. Ese fue el recorrido que llevó a cabo la ambulancia que lo llevó hasta el altar.
Largo viaje por una buena causa
Y fue allí, precisamente, donde tuvo lugar el emotivo encuentro. Pedro, con un vestuario que simulaba un traje y tumbado en la camilla, entró en la iglesia antes que su hija para poder verla vestida de blanco. Frente al altar, el hombre pudo cumplir su última voluntad, que estaba acompañado de la enfermera y el técnico de la ambulancia.
Finalmente, Pedro falleció en la tranquilidad de su hogar una semana después de la ceremonia de Ruth. Un trágico final para una conmovedora historia de superación. "Parece duro, pero no sabéis la tranquilidad que nos ha dado", explicó su hija días después.