Trágico final en un zoológico de Holanda. Un rinoceronte blanco hembra, Elena, ha muerto ahogada tras los intentos de un macho, Limpopo, por fecundarla. Se trata de una triste noticia para el parque, ya que este tipo de especie está catalogada como “Casi Amenazada” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
La razón por la que quedan tan pocos ejemplares es porque a las hembras les cuesta mucho, tanto quedarse embrazadas, como dar a luz. Estos animales en cautividad pueden tardar entre tres y cuatro años en concebir y tardan 16 meses para completar el período de gestación. Es por ese motivo que los zoológicos se esfuerzan tanto en aparearlos.
Intento forzoso de apareamiento
Y eso mismo hicieron con Elena y Limpopo. El macho llegó al zoológico de Wildlands a principios de septiembre y decidieron aparearlos con una pareja de hermanas. Fue justamente el jueves pasado cuando decidieron juntarlos, para que se olieran y se conocieran. Sin embargo, los responsables del zoo aseguran que “a partir de ese momento, se puso inquieto, las hembras se sobresaltaron y huyeron de él”.
Al ver su reacción, el macho se pensó que se trataba de un juego y fue tras ellas. En concreto, persiguió a Elena, “porque la era la más cercana a él”. La hembra, agotada tras 15 minutos de persecución, cayó de lado en un charco de agua y ya no pudo levantarse. Los cuidadores intentaron evitar que no se ahogara pero ya era demasiado tarde.
Trágico desenlace
Finalmente, consiguieron alejar al macho para que no sufriera consecuencias fatales, pero ella ya se había ahogado y “no había vuelta atrás”, asegura el zoológico. Con todo, apuntan a que dicho apareamiento “a menudo requiere intervención, pero nunca antes ha sido fatal”.