La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Girona ha impuesto una pena de un año de cárcel a un hombre de Salt por enseñar el pene a una menor de 11 años por videollamada. El acusado mantenía una estrecha relación con la familia de la víctima. De hecho, vivía bajo el mismo techo que ellos.
En el momento en que ocurrieron los hechos, la niña, que cursaba quinto de primaria, se encontraba acompañada de una amiga, también menor de edad. Fue ésta quien con su teléfono móvil grabó lo ocurrido y presionó a su vecina para contar lo ocurrido a sus profesoras.
Una orden de alejamiento
No obstante, el procesado ha sido absuelto por abuso sexual continuado e incitación a facilitar material pornográfico por falta de pruebas: en la secuencia grabada por la otra menor, no se aprecia la pantalla, pero sí que se escucha al hombre preguntando si está sola.
En este sentido, el auto recoge que la menor se encontraba realizando las tareas escolares en compañía de su amiga cuando recibió la llamada del procesado. Por ello, dicta: "La sala considera que en el caso que nos ocupa y a pesar de no ser objeto de acusación, la conducta del acusado no solo fue presenciada por la menor, sino también por su amiga, también menor, lo que aumenta la lesividad de la conducta".
Dos menores
Además de la pena de cárcel, el fallo del tribunal incluye una orden de alejamiento en la que se prohíbe al acusado acercarse a menos de 500 metros de la menor o comunicarse con ella durante 3 años. Un período en el que permanecerá bajo el régimen de libertad vigilada.
Con todo, el tribunal considera que hay “ausencia de relato” en lo contado por la víctima y la testigo y pone de manifiesto que no existe ninguna prueba que acredite que el condenado exigía a la menor que le enviase fotografías o imágenes pornográficas.