La mujer de Gijón (Asturias) acusada de haber asesinado a su bebé, asestándole 53 puñaladas con un cuchillo de cocina, ha reconocido los hechos ante el tribunal formado por el Jurado Popular de la Audiencia Provincial de Asturias.
Los hechos ocurrieron el 1 de agosto de 2019, horas después de que la acusada diera a luz a término y en su propia casa a un varón que pesó 2,670 gramos.
Una mochila
Ese mismo día, la madre terminó con la vida del pequeño para después meterlo en una mochila y tirarlo a un contenedor de basura frente a su domicilio. Todo ello, antes de que su compañero sentimental y padre de la criatura regresara de su jornada laboral a las siete de la tarde. El cuerpo sin vida del recién nacido fue hallado cerca de las 02:30 horas de la madruga del 2 de agosto por un vecino del barrio de Nuevo Roces.
Por su parte, el padre del malogrado, quien responde a las iniciales de DBS, también se encuentra presente en el proceso judicial como acusación particular contra su expareja. El hombre asegura que la suya era "una relación normal de 7 o 8 años", aunque desconocía que ella estaba embarazada.
El relato del padre
Ha relatado que ese día la acusada le llamó para pedirle que le comprara compresas porque, según ella, había tenido una pérdida a raíz de un quiste en el ovario que le extirparon. Finalmente, se ha demostrado que nunca existió.
A su llegada a la vivienda, el padre del menor afirma haber visto gotas de sangre en el pasillo del domicilio, pero que ella nunca le llegó a relatar lo que había sucedido. Ha confesado que le llamó la atención que la joven le había dado la vuelta al colchón y que había cambiado toda la ropa de cama.
De cena con unos amigos
Asimismo, también recuerda que al día siguiente un amigo de él le contó lo que había sucedido y que "se quedó tocaó". Con todo, ha declarado ante el tribunal que "no le dio más importancia" porque no pensaba que era de la mujer.
De hecho, explica que, esa misma noche, él y la acusada salieron de cena y a tomar unas copas con otra pareja y que a los pocos días se fueron de vacaciones a la zona de Levante.
El testimonio de la amiga
En este sentido, la amiga de la acusada ha señalado que la mujer se "descojonaba" ante el mote que le habían puesto al bebé en las redes sociales. También ha confesado que ella misma la acompañó a abortar un año y medio antes.
Fiscalía acusa a la mujer de haber cometido un delito de asesinato con alevosía y agravante de parentesco. Es por ello que solicita la pena de prisión permanente revisable --la primera que se aplicaría en el Principado--, así como el pago de una indemnización para el padre del bebé de 50.000 euros.