Un científico ruso que trabajaba en la vacuna del coronavirus muere en extrañas circunstancias
El biólogo Alexander 'Sasha' Kagansky cayó desde la ventana del piso 14, en ropa interior y después de ser apuñalado
21 diciembre, 2020 17:30El biólogo Alexander Sasha Kagansky, de 45 años, ha sido encontrado muerto después de caer por una ventana desde el piso 14 de un edificio de San Petersburgo, en Rusia. El científico, con estrechos vínculos con la Universidad de Edimburgo y que "trabajaba en la vacuna del coronavirus", fue hallado "en ropa interior y con una puñalada en el cuerpo".
La policía cree que hubo una pelea antes de que Kagansky cayera, según un informe. Y con este último suceso, se elevan a ocho las muertes misteriosas que tiene lugar en Rusia y que están relacionadas con la pandemia del Covid-19, cinco de ellas pacientes infectados que se precipitaron por las ventanas de los hospitales en los que estaban ingresados.
Hay un sospechoso detenido
Según Moskovsky Komsomolets (MK), Alexander Kagansky, un prestigioso médico muy reconocido por su trabajo en la lucha contra el cáncer, se habría caído desde una ventana del piso 14 de un edificio residencial de gran altura. Al parecer, el Comité de Investigación de Rusia ha abierto una investigación por asesinato y ya tienen a un sospechoso detenido.
Se trata de un amigo del doctor Kagansky, un hombre de 45 años, que habría declarado que el biólogo estaba en un estado mental inestable antes de su muerte y que se lesionó él mismo con un cuchillo, según informa el medio Bild. Además, el arrestado afirmó que fue el propio doctor quien saltó por la ventana cuando él trató de quitarle el arma.
Las extrañas muertes rusas
Esta extraña muerte se une a la de otros siete rusos que han fallecido en circunstancias especiales este año. Cinco de ellos eran pacientes con coronavirus que se cayeron por la ventana a principios de año, lo mismo que otro médico que se había quejado de escasez de equipos de protección especial. Y un segundo doctor también se precipitó por la ventana del centro sanitario en el que trabajaba, aunque éste se encuentra en estado grave pero sobrevivió.
Aunque el informe policial no detalla en qué vacuna había trabajado el doctor Kagansky, los familiares de las otras víctimas han sugerido que las personas que padecen coronavirus y han sido tratadas en los hospitales rusos con medicamentos, tienden a tener pensamientos suicidas y muchos de ellos intentan suicidarse.