Las teorías conspirativas sobre el Covid-19 son muchas, también ha habido aquellos como Josep Pàmies y otros curanderos que aseguran que el dióxido de cloro --base de la lejía-- ayudan a matar al coronavirus SARS-CoV-2. Unas recomendaciones que han provocado la muerte de un niño de 5 años.
El Ministerio de Sanidad de Argentina ha sido el responsable de informar del fallecimiento del menor después de que sus padres le dieran este producto a modo de prevención contra la pandemia.
Parada cardiorespiratoria
Los hechos sucedieron este sábado en la provincia argentina de Neuquén. El pequeño ingresó de madrugada en el Hospital de Plottier por una parada cardiorrespiratoria. Los médicos no pudieron hacer nada para salvarle la vida y el niño murió pocas horas después de su ingreso.
Las autoridades del país interrogan a sus padres e investigan lo sucedido después de que los progenitores admitieran que fueron ellos los que ofrecieron el químico a su hijo. Alegan que lo hicieron para curar el Covid-19, un hecho que no los exime del delito cometido.
Bosé y Pàmies
No son pocos los defensores del dióxido de cloro como solución milagrosa para la enfermedad provocada por la pandemia, entre ellos Miguel Bosé. De hecho, gente como Pàmies lo venden como producto milagroso que, supestamente, cura casi todo, incluido el cáncer y el sida. Nada de ello está probado, es más, médicos y profesionales de salud advierten de las perniciosas consecuencias de estos productos.
El compuesto es legal pero no para uso con fines supuestamente médicos. Es un gas que se usa como blanqueador en la fabricación de papel, en plantas de tratamiento de agua y en el proceso de descontaminación de construcciones. La lejía es el producto más conocido con este compuesto y está probado el riesgo que supone su ingesta.
Recomendaciones sanitarias
Tras la muerte del menor y ante la promoción de este producto, las autoridades sanitarias argentinas han vuelto a recordar que "la ingesta, inhalación o inyección de dióxido de cloro y derivados (clorito de sodio e hipoclorito de sodio) es muy peligrosa". Puede "causar irritación de la boca, el esófago y el estómago, con un cuadro digestivo irritativo severo, con la presencia de náuseas, vómitos y diarreas, además de graves trastornos hematológicos (metahemoglobinemias, hemólisis, etc.), cardiovasculares y renales".
Los profesionales subrayan que “la disminución de la presión arterial puede dar lugar a síntomas graves como complicaciones respiratorias debido a la modificación de la capacidad de la sangre para transportar oxígeno”. Asimismo, puede provocar edemas pulmonares, erosiones dentales, broncoespasmos, neumonitis química, bronquitis crónica y edema de glotis e incluso producir la muerte, especialmente si uno inhala y se expone de manera prolongada a concentraciones elevadas de dióxido de carbono y derivados.