Condenan a 40 años de cárcel a una mujer que prostituía a sus tres hijos con su vecino

La Sala II del Tribunal Supremo confirma la condena de 40 años de prisión que la Audiencia Provincial de Sevilla impuso a una mujer que obligó a tres de sus hijos, menores de edad, a prostituirse en varias ocasiones con un mismo vecino de la localidad sevillana donde todos ellos residían. Del mismo modo, el alto tribunal ha ratificado la pena de 36 años de prisión del agresor.

Ambos fueron condenados por los delitos continuados de agresiones sexuales y de prostitución, al hombre como autor y a la madre como cooperadora necesaria para darse la relación de medio a fin: para el agresor, la prostitución de los menores era necesaria para acceder a ellos sexualmente; y para la madre, las agresiones sexuales de sus hijos eran necesarias para conseguir la explotación económica de los mismos.

Dan la razón a los tres niños

De este modo, el Tribunal Supremo ha rechazado tajantemente los recursos presentados tanto por la madre de los niños como el del vecino condenado. El alto tribunal destaca la verosimilitud del testimonio de las tres víctimas, cuyos relatos “presentan un enlace lógico entre las diversas partes de los mismos y además son expresados, en virtud de sus gestos y de la forma de su verbalización, con convencimiento, seguridad y firmeza en los elementos esenciales de los distintos delitos”.

El tribunal también corrobora la versión de la prostitución dando la razón a los relatos de los niños, quienes manifestaron que "cada vez que tenían un encuentro sexual con él, recibian una cuantía económica. Una suma de dinero que tenían que entregársela a su madre, quien se las pedía inmediatamente al regresar a su domicilio", recoge el auto del alto tribunal.

El Supremo, sin dudas al respecto

Junto a la condena por tres delitos continuados de agresión sexual en concurso con delito continuado de prostitución de menores, a la mujer se le suma otra condena por dos delitos continuados de maltrato habitual sobre dos de los niños. "Los tres testimonios aparecen corroborados entre sí por lo que se refiere a los malos tratos habituales y a la situación de abandono en la que estuvieron, por la falta de cumplimiento de la acusada de sus deberes maternos, pues los tres hijos refieren múltiples agresiones y amenazas por parte de su madre a lo largo de su convivencia con la misma", apunta el Tribunal Supremo.

El Supremo explica que “son testimonios coincidentes, que convergen en hechos similares”, a lo que se ha sumado los informes periciales entre otros elementos, por lo que descarta que se haya vulnerado a la presunción de inocencia. Los tres menores narraron detalladamente ante el Tribunal sentenciador la agresión a su indemnidad sexual.