El incendio que afecta al municipio de Beneixama, en Alicante, ha quemado cerca de 900 hectáreas en menos de 24 horas. La alarma se activó ayer a primera hora de la tarde y, en estos momentos, total de 84 personas permanecen desalojadas de sus viviendas por el riesgo que suponen las llamas.
Fuentes de los servicios de emergencias apuntan que unas 40 casas, situadas en la zona de La Solana, están siendo vigiladas aunque ninguna de ellas ha sido afectada por el fuego. Suerte contraria han corrido los cultivos de la zona, el 10% de las tierras afectadas hasta el momento. Plantaciones de olivos, panales de abejas y una torre vigía han sido pasto de las llamas, tal como ha comunicado la Guardia Civil.
Fuerza aérea y terrestre
Durante la noche las tareas de extinción del incendio han evolucionado con normalidad con la intervención de medios terrestres. En ellas han trabajado 11 unidades de Bomberos Forestales de la Generalitat Valenciana, 12 autobombas, 11 vehículos de Bomberos de la Diputación de Alicante, 56 vehículos de la Unidad Militar de Emergencia (UME), siete brigadas de Divalterra y tres capataces.
Una vez llegada la mañana, se han incorporado las dotaciones aéreas. Se han destinado 26 aeronaves a este efecto, que se han ido sumando al dispositivo contra el fuego a lo largo de la mañana. Se tratan de 15 aparatos de la Generalitat, nueve del Gobierno central y dos del Gobierno de Castilla-La Mancha.
Carretera cortada
El incendio, originado sobre las 14.00 horas de ayer, originó una gran humareda visible desde kilómetros de distancia --alcanzó los 4,5 kilómetros de altura-- y obligó a desviar los planes de vuelo de varias aeronaves. También forzó a las autoridades a cortar la carretera CV-657 a su paso por el término municipal de Beneixama.
Gabriela Bravo, consejera de Justicia e Interior del Gobierno regional, ha explicado que se abrirá una investigación para determinar las causas del incendio, las cuales aún se desconocen.