La contaminación es uno de los grandes enemigos del planeta, pues no sólo causa daños que pueden ser irreparables en el globo sino que afecta de manera directa e indirecta en la salud de personas de todo el mundo. En concreto, la contaminación atmosférica es una de las más graves. Así se denomina la presencia en el aire de sustancias que implican riesgo, daño o molestia grave para las personas y bienes naturales, además de atacar a distintos materiales, reducir la visibilidad o producir olores desagradables.
Más del 92% de la población mundial vive en áreas con niveles de contaminación atmosférica que superan los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En otras palabras, nueve de cada diez personas que viven en zonas urbanas respiran aire contaminado. Según la misma institución, alrededor de siete millones de muertes al año se deben a la contaminación del aire: una de cada ocho muertes en el mundo se relaciona con la contaminación atmosférica, lo que supera las estimaciones realizadas con anterioridad y ratifica que la contaminación es el factor de riesgo ambiental más importante del mundo. En los países industrializados, por ejemplo, este tipo de contaminación fue la causa de unos 6,5 millones de muertes en 2015.
Problemas de salud
La contaminación puede causar el desarrollo o empeoramiento de graves enfermedades respiratorias como el cáncer de pulmón, las neumonías, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma. Fumar suele ser la principal causa de muertes por problemas respiratorios, pero los expertos recuerdan que una persona que viva en contacto continuo con altos niveles de contaminación cuenta con un riesgo similar a si fumara entre cinco y diez cigarrillos diarios.
Hombre fumando / PIXABAY
Los siete elementos contaminantes más peligrosos para la salud son el nitrógeno, el ozono, las partículas en suspensión, el dióxido de azufre, el monóxido de carbono y el plomo. Dos de los gases más nocivos para la salud respiratoria son el dióxido de nitrógeno y el ozono troposférico.
Datos en España
El 3% de la mortalidad anual en España en el periodo 2000-2009 se puede atribuir a la contaminación atmosférica, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, las grandes ciudades como Madrid y Barcelona siguen incumpliendo la normativa europea referente a la contaminación ambiental. El 35% de la población respira aire contaminado y se producen en torno a 10.000 muertes al año relacionadas con todos los contaminantes atmosféricos, unas cifras de mortalidad que superan a las provocada por los accidentes de tráfico (1.700 muertes al año).
Contaminación atmosférica en Madrid / EFE
Bruselas tiene abierto un expediente contra España por el incumplimiento crónico de los niveles de dióxido de nitrógeno, principalmente en Madrid y Barcelona. Este elemento provoca 6.085 muertes evitables cada año en España. Por su parte, el ozono troposférico causa otros 499 fallecimientos anuales. A ellos se deben añadir las 2.683 las muertes prematuras anuales por la contaminación por partículas en el aire, también procedentes de los tubos de escape. Los expertos afirman también que, por ejemplo, en 2012, se estimó que el 26% de la mortalidad infantil podría haberse prevenido con la reducción de riesgos medioambientales como la contaminación del aire.
¿Y en Cataluña?
Barcelona se posiciona como una de las grandes ciudades con más contaminación atmosférica de España, con niveles que superan los recomendados por la OMS en cinco contaminantes diferentes, lo que causa unas 650 muertes prematuras en la ciudad al año. Por eso las administraciones están llevando a cabo diferentes acciones para reducir el uso del vehículo e implantar medidas más saludables y sostenibles.