Alerta sanitaria: Salud detecta "aumentos considerables" de casos de gonorrea
Un estudio determina que desde 2017, las personas que padecen estas enfermedades en Baleares “se duplican alarmantemente”
8 febrero, 2019 13:39La Consejería de Salud detectó durante 2017 un total de 485 casos de gonorrea, un 66% más que el año anterior y 207 contagios de sífilis, que representaría un 17,8% más respecto a 2016. Los datos, extraídos del informe publicado por la Red de Vigilancia Epidemiológica de Baleares, indican que estas dos enfermedades “presentan aumentos considerables de la incidencia afectando prácticamente a todos los ámbitos”.
La incidencia de esta infección gonocócica en las Islas Baleares se situó en 43,5 casos por cada 100.000 habitantes en 2017, números que han aumentado considerablemente en comparación al año anterior que era de 26,4 casos. Según el informe, a pesar de que ha habido una tendencia descendente en la década de los 80 y 90, desde 2010 la tasa ha incrementado de manera progresiva.
Colectivos en riesgo de contagio
De igual manera, el documento sostiene que los colectivos en situación de riesgo para contraer la gonorrea serían; parejas múltiples (124 casos), homosexualidad (115), clientes de la prostitución (diez), prostitutas (seis), usuarios o exusuarios de droga (23 casos), VIH positivo (48) y personas con otras enfermedades de transmisión sexual (107).
Dejando de lado la gonorrea, la sífilis representa un total en Baleares de 18,5 casos por cada 100.000 personas. El 91% de los pacientes eran varones y en 80 casos de ese total, se dio positivo en VIH. En cuanto a los grupos de riesgo para contraer esta enfermedad figuran; la homosexualidad (130 casos) y las relaciones heterosexuales con parejas múltiples (21), mayoritariamente, así como el consumo de estupefacientes y existencia de otras ETS.
Finalmente, el Instituto Balear de la Familia (IBFamilia) ha concluido que los casos de infección gonocócica “se duplican alarmantemente” y que la comunidad autónoma es la que mayor tasa tiene de contagio, lo que entienden como un “fracaso en las campañas de prevención y educación sexual”.