El nuevo truco de los 50 euros de los ladrones de coches
Enumeramos algunas de las tretas más llamativas y comunes en el robo de vehículos
8 agosto, 2018 11:31Si te acabas de subir a tu coche y ves en el parabrisas un billete de 50 euros, no salgas a cogerlo. Esta advertencia puede parecer contradictoria, pero lo más posible es que ese billete sea falso y que lo hayan colocado ahí para robarte el automóvil.
Este es el último truco que llevan a cabo las bandas organizadas y los ladrones de coches para sustraer vehículos de la forma más sencilla posible. La idea parte de la sorpresa de encontrar dinero en el parabrisas, a lo que la mayoría de personas reaccionaría bajándose del coche y recogiendo el billete. En ese momento el vehículo queda desatendido y el ladrón aprovecha para meterse en él y llevárselo.
Una moneda en la puerta
Esta treta, que destaca por la novedad, no es la única en la que los ladrones utilizan el dinero para robar los coches. Hace unos años surgió otra en la que el protagonismo se la llevaba una moneda.
Antes de que el conductor baje del vehículo, el amigo de lo ajeno deja una moneda en la maneta de una de las puertas. Cuando el dueño del coche activa el cierre centralizado la moneda impide el bloqueo de esa puerta en concreto y el ladrón tiene acceso al automóvil sin tener que forzar su entrada. El consejo: antes de dejar el coche aparcado hay que rodearlo y comprobar que no haya ningún objeto extraño ni en las puertas ni cerca de ellas.
Cuidado con el tapón de la gasolina y la matrícula
También se aconseja revisar el tapón de la gasolina antes de arrancar. Si se comprueba que éste no está es muy probable que lo hayan robado para hacer una copia de la llave.
Otro truco bastante común y algo más elaborado es el de la matrícula caída. Durante la parada de un trayecto --normalmente en ciudad--, un coche se sitúa al lado de otro y le enseña al conductor su matrícula que, aparentemente, se ha desprendido. Sin embargo es solo una copia, pero el conductor no lo sabe y se baja del coche para recogerla. Momento que los ladrones aprovechan para llevarse el vehículo.